Ecuador reduce movilidad por COVID-19, Cuba recibe crucero
QUITO (AP) — Ecuador decidió endurecer las restricciones y prohibió a la gente salir siquiera a caminar o andar en bicicleta, en la continuación del reforzamiento de las medidas con las que algunos países de Latinoamérica intentan evitar la propagación del nuevo coronavirus.
El martes temprano reinaba la confusión en Quito. Decenas de conductores pugnaban para que los dejaran avanzar mientras cientos de ciudadanos esperaban el transporte público y policías y militares los invitaban a regresar a sus hogares. Unas horas después, la ciudad lucía desolada.
El estado de excepción por 14 días también implica el cierre de servicios públicos -menos los de salud y seguridad-, y las actividades del sector privado, excepto las vinculadas a la alimentación, salud y finanzas. Entre lunes y martes casi se duplicó el número de casos: de 58 a 111 con dos fallecidos.
Por su parte, Guatemala suspendió el regreso de centroamericanos bajo un acuerdo de cooperación y los vuelos de guatemaltecos deportados desde Estados Unidos. La cancillería lo calificó como una “medida cautelar” que se mantendrá mientras se establecen protocolos sanitarios para que puedan ser llevados a sus comunidades, debido a que el servicio de transporte público está sin operar.
Guatemala mantiene cerradas sus fronteras, pero en el caso de los guatemaltecos su ingreso al país está protegido por la constitución.
Por su parte, Cuba aceptó recibir un crucero británico con un millar de personas a bordo y cinco personas infectadas con COVID-19 que por varios días ningún país quiso aceptar.
El funcionario Juan Antonio Fernández, de la cancillería, indicó que el MS Braemar entró a aguas territoriales por la mañana y atracará en el puerto de Mariel, a unos 70 kilómetros al oeste de La Habana. “Estos son tiempos de solidaridad y cooperación”, agregó.
En Cuba se han registrado siete casos de coronavirus. Hay más de 300 personas en aislamiento -243 cubanos- consideradas casos sospechosos o porque tuvieron contacto directo con algún contagiado.
Directivos del Ministerio de Salud cubano defendieron la posición de la isla de aceptar el crucero por razones humanitarias y aseguraron que eso no significará poner en riesgo a la población, pues la operación se realizará con la máxima seguridad.
Los pasajeros y la tripulación serán llevados desde el puerto de Mariel hasta el aeropuerto internacional de manera directa y enviados en chárter a Gran Bretaña el miércoles.
Más tarde, en un hecho inédito, el gobierno de Nicolás Maduro solicitó formalmente al Fondo Monetario Internacional (FMI), por años satanizado en Venezuela, financiamiento por unos 5.000 millones de dólares para fortalecer la capacidad de respuesta del país para contener la propagación del COVID-19.
Venezuela reportó más tarde un total de 36 contagios, luego de que se confirmaran tres casos nuevos en Caracas. La vicepresidenta Delcy Rodríguez dijo después en la televisión estatal que a partir del miércoles, el servicio de trenes subterráneos capitalino funcionará exclusivamente para los trabajadores de los sectores de alimentación, salud, transporte, medios de comunicación y de servicios públicos esenciales --agua, electricidad y gas--, quienes podrán trasladarse sin restricciones al mostrar la identificación correspondiente. El uso de mascarillas será obligatorio.
En Colombia, el presidente Iván Duque ordenó el cierre de las fronteras con Ecuador, Perú y Brasil -como ya lo había hecho con Venezuela- desde el martes y hasta el 30 de mayo. En tanto, 10 de los 32 departamentos del país decretaron toque de queda por las noches.
En Bogotá rige la emergencia sanitaria porque es la ciudad con mayor cantidad de casos.
El ministro de la defensa, Carlos Holmes Trujillo, dijo más tarde que unos 475 mil hombres que conforman las fuerzas militares, incluyendo la policía, entran en acuartelamiento y todos estarán atentos para ayudar. A su vez, el Congreso aplazó sus debates para la segunda quincena de abril.
La cifra de contagios se mantiene en 65.
Por su parte, desde el viernes y hasta el 25 de marzo, se suspendieron los trenes y autobuses de larga distancia y los vuelos de cabotaje en Argentina para restringir la circulación de ciudadanos ante la llegada del fin de semana y los feriados del 23 y 24 de marzo.
“Queremos desalentar el viaje del fin de semana largo. Muchos argentinos no han tomado conciencia de la situación crítica que vivimos", afirmó el ministro de Transporte, Mario Meoni, en una conferencia de prensa.
En tanto, se dispuso que desde el jueves y hasta el 31 de marzo, los medios de transporte urbanos de Buenos Aires y sus alrededores circulen únicamente pasajeros sentados.
Por la tarde, el gobierno anunció medidas económicas que buscan apoyar a los argentinos, como beneficios impositivos, nuevos créditos y mayor control de precios.
El presidente salvadoreño Nayib Bukele informó en Twitter que el aeropuerto internacional cerrará operaciones desde la media noche y durante 15 días, plazo que podría prorrogarse. Sólo operará para recibir transporte de carga y misiones humanitarias. Luego agregó que a partir de las seis de la tarde se suspenderá el servicio en mesas de todos los restaurantes, cafés y similares.
Después avisó que se realizan pruebas a cuatro personas con sospecha de coronavirus y a otras 23 que no califican como sospechosos, pero que han estado en riesgo de contagio. Por la noche se informaría el resultado.
El martes por la tarde, Perú informó que la cifra de infectados subió a 117 y que el país está en la tercera fase de infección comunitaria entre peruanos que no han salido del país.
Los nuevos casos sumaron 31 en 24 horas, por lo que el mandatario Martín Vizcarra añadió que espera que los peruanos cumplan con la cuarentena para evitar prolongarla más de los 15 días programados.
Las principales vías lucían solitarias. Los mercados de alimentos, farmacias y bancos abrían en menor proporción y los peruanos se quejaban del alza de los alimentos pese a que el gobierno afirmó que no existe escasez de productos.
Poco después, la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, anunció el cierre de fronteras, la suspensión de vuelos internacionales y los viajes terrestres a partir del mediodía del jueves tras confirmarse un nuevo caso positivo, con lo que suman 12 en total.
En un mensaje al país, también anunció la reducción de la jornada laboral a cinco horas diarias; los mercados y comercios estarán abiertos hasta las 13.00 y las restricciones regirán hasta el 31 de marzo. La policía y las fuerzas armadas saldrán a patrullar para vigilar el cumplimiento de las medidas.
“Son medidas duras, me duele tener que ponerlas, pero es para salvar vidas. Quedarnos el mayor tiempo en casa es el mejor modo de frenar el contagio”, dijo y anunció para el miércoles ayudas económicas para las familias de menores ingreso que serán afectadas por las restricciones.
Hacia la noche se informó que Panamá registró 17 nuevos casos de coronavirus para totalizar 86 contagiados, incluyendo un deceso. De los enfermos, 14 están hospitalizados, ocho en cuidados intensivos. La mayor cantidad de contagiados corresponde a personas entre 20 a 39 años. Es el país centroamericano con más contagios.
Las autoridades de Salud han habilitado instalaciones, o módulos, en los principales hospitales del país para atender a personas con síntomas respiratorios. También pusieron en vigor un consultorio virtual que los panameños pueden descargar en el celular y desde el cual las personas con síntomas respiratorios reciben atención.
Hasta el martes en América Latina se habían registrado casi 900 casos de COVID-19 y al menos 12 fallecidos.
En todo el mundo, 185.000 personas se han infectado y más de 7.300 han fallecido, pero la mitad de los que alguna vez tuvieron el virus se han recuperado. La mayoría de los enfermos presenta síntomas leves como fiebre o tos, pero para las personas mayores o que tienen otros problemas de salud pueden ser peores, incluso neumonía.