Seis muertos por ataques de EEUU en Irak
BAGDAD (AP) — Cinco integrantes de las fuerzas de seguridad de Irak y un civil murieron el viernes por la mañana en una lluvia de ataques realizados por Estados Unidos horas después de que un misil mató e hirió a soldados estadounidenses y británicos en una base militar en el norte de Bagdad, informó el ejército iraquí.
Un grupo paramilitar chií respaldado por Irán prometió vengarse de la misma forma por los ataques de Estados Unidos, lo que potencialmente creó otro ciclo de un violento ajuste de cuentas entre Washington y Teherán que pudiera desarrollarse fuera de territorio iraquí.
Funcionarios estadounidenses señalaron que los objetivos del ataque fueron principalmente arsenales pertenecientes a Kataib Hezbollah, el grupo paramilitar que se cree es responsable del ataque del miércoles en el Campamento Taji.
Sin embargo, las fuerzas militares de Irak aseguraron que los ataques mataron a tres comandos del ejército iraquí y dos agentes de la policía federal. Una fundación chií en la ciudad santa de Karbala informó que los ataques cobraron la vida de un civil en un complejo aeroportuario que está siendo construido por la fundación.
Un enorme cráter quedó tras el ataque de Estados Unidos en las afueras del aeropuerto del Karbala, en desuso. Las fuerzas iraquíes inspeccionaron un área cubierta de vidrios rotos y escombros.
Kataib Hezbollah no ha ofrecido declaraciones de momento respecto a los ataques, pero Harakat Hezbollah al-Nujaba, un grupo paramilitar respaldado por Irán y que ha sido catalogado como organización terrorista por Estados Unidos, prometió represalias "ojo por ojo" en un comunicado emitido el viernes.
A través de su propio comunicado, las fuerzas militares de Irak afirmaron que los ataques aéreos de Estados Unidos hirieron a cinco paramilitares pertenecientes a las Unidades de Movilización Popular, un grupo que a su vez se compone de varios grupos paramilitares iraquíes, algunos de ellos respaldados por Irán.
El ataque del miércoles en el Campamento Taji ha sido el más letal sufrido por tropas estadounidenses en Irak desde un ataque con misiles a finales de diciembre en una base iraquí que mató a un contratista de Estados Unidos y detonó una serie de atentados de represalia que puso a Irak al borde de la guerra.