Todo vale en la lucha por la alcaldía de París
PARÍS (AP) — Da la impresión de que todo vale en la batalla por la alcaldía de París.
Los parisinos han tenido que digerir un escándalo en torno a un video de contenido sexual que motivó el sorpresivo retiro del candidato del partido del presidente Emmanuel Macron, una reemplazante de último momento y acusaciones mutuas acerca del estado de las calles de París, sus ratas y la presencia de chinches. Al acercarse la primera ronda del domingo, el electorado ha podido contemplar el lado feo de la Ciudad de las Luces.
Tres mujeres encabezan las encuestas, incluida la actual alcaldesa Anne Hidalgo, una socialista que libró una polémica batalla para reducir la cantidad de autos en la ciudad. Hidalgo propone ahora crear “minibosques” plantando 170.000 árboles y alentar el uso de bicicletas.
Los árboles irrumpieron en la campaña y figuran en las plataformas de la mayoría de los ocho candidatos de las elecciones municipales.
Las elecciones de alcaldes son un importante componente de la política francesa, ya que figuran a menudo entre los políticos más populares del país y ayudan a preparar el terreno para las presidenciales de dos años después. En París, sobre todo, hay mucho en juego, en parte porque el próximo alcalde gobernará la ciudad durante los Juegos Olímpicos del 2024.
Macron corre grave peligro de ser humillado. Su partido de centro, La República en Marcha, surgido de la nada antes de los comicios del 2017, no tiene fuerza a nivel municipal y es previsible que no le vaya nada bien.
La municipalidad de París, que ocupa un edificio con mucha historia, tomado durante le Revolución Francesa, incendiado durante una brutal represión en 1871, adornado con 338 estatuas y más imponente que el mismo Palacio del Elíseo, es un premio grande en la política francesa. Al punto de que el protocolo dispone que todo jefe de estado de paso por la ciudad visite al alcalde de París.
Rachida Dati, quien fuera ministra de justicia bajo el gobierno conservador de Nicolas Sarkozy, saborea una victoria. Dati, quien dejó de lado sus gustos extravagantes y empezó a usar vestidos ordinarios y un estilo austero, está casi empatada con Hidalgo en las encuestas. Dati prioriza la limpieza de las calles y disponer de más policías armados y de cantidades de cámaras para garantizar la seguridad.
“Hay anarquía en todos lados” y “una suciedad repugnante”, afirmó en un debate la semana pasada, cuando todos los candidatos la emprendieron contra Hidalgo.
Tercera en las encuestas está Agnes Buzyn, una médica postulada a último momento que fue igualmente agresiva y dijo que “todos moriremos” si París, la capital europea más densamente poblada, no se enfría un poco. Aludía a la cantidad de cemento que hay y a las propuestas de Hidalgo de construir más torres.
Buzyn era ministra de salud a mediados de febrero, cuando en plena batalla contra el coronavirus le pidieron que reemplazase al candidato de Macron a la alcaldía. Busca el voto conservador y también propone desplegar más policías y limpiar las calles.
Los otros cinco candidatos no parecen tener posibilidades, pero pueden desempeñar importantes papeles en una eventual segunda ronda el 22 de marzo, o en la llamada “tercera vuelta”, en la que los nuevos concejales seleccionan al alcalde.
Conseguir la alcaldía de París sería una gran victoria simbólica que salvaría el honor de Macron y aumentaría sus posibilidades de convencer al electorado de que su partido, integrado mayormente por gente sin experiencia política, no fue un fiasco.
Macron sacó casi el 35% de los votos en París cuando ganó la presidencia en el 2017.
“La sociología de París le es muy favorable a Macron. Debería ganar París”, expresó el analista Dominique Moisi, aludiendo al hecho de que los residentes de la capital son gente con estudios, de mente abierta y buenos ingresos. “Pero no está nada claro si ese será el caso, en vista de que eligió el candidato equivocado de entrada”.
Buzyn fue postulada el 16 de febrero, dos días después de que Benjamin Griveaux se retirase de la contienda. Griveaux, un ex portavoz del gobierno, anunció su retiro luego de que circulase un video sexual suyo.
El artista ruso Piotr Pavlensky dijo que había difundido el video, que no se sabe cómo consiguió, para denunciar la “hipocresía” de Griveaux, quien promocionaba los valores de la familia en su campaña. La mayor parte del espectro político, incluidos sus rivales en la lucha por la alcaldía, se solidarizaron con Griveaux.
Buzyn hizo a un lado una propuesta de Griveaux de trasladar una de las estaciones de trenes de París para construir un espacio verde similar al Parque Central de Nueva York y en poco tiempo demostró ser una candidata viable, con posibilidades de ganar.
“Esta ciudad ha sido abandonada. Está mal manejada. Madame Hidalgo empeoró la calidad de vida en París”, dijo Byzyn en una entrevista con el diario 20 Minutos. “París debe volver a ser la Ciudad de las Luces”.
Igual que el partido de Macron, Los Republicanos de Dati tratan de recuperar el terreno perdido. Lo mismo que los socialistas, vapuleados en las elecciones presidenciales del 2017. Hidalgo es hoy la única figura prominente de los socialistas.
“Haremos que esta ciudad sea más mixta (accesible no solo a los ricos), que se pueda disfrutar más y que se pueda respirar”, declaró Hidalgo durante el debate, en el que propuso una partida de 550 millones de euros para limpiar la ciudad.
Griveaux, por su parte, dejó un legado tras su breve campaña: Su propuesta de eliminar las chinches es hoy parte del programa oficial del gobierno municipal.