Piden libertad para inmigrante transgénero en Nuevo México
PHOENIX (AP) — Una mujer transgénero que pretende recibir asilo en Estados Unidos debe ser liberada después de que sufrió agresión y acoso sexual mientras estuvo detenida con hombres durante nueve meses en una instalación para migrantes en Arizona, dijeron activistas el jueves.
La mexicana Alejandra Alor Reyes sufre trastorno por estrés postraumático y debería ser liberada por motivos humanitarios mientras se resuelve una apelación a su caso de asilo, según diversos colectivos, incluyendo la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) en Arizona, Trans Queer Pueblo y Detention Watch Network.
Estas organizaciones aseguran que el caso es una prueba más de que los inmigrantes transgénero enfrentan condiciones de inseguridad y ninguno es puesto con personas del género con el que se identifica.
Reyes, de 24 años, asegura haber huido de México después de haber sufrido abusos y discriminación por ser transgénero. Poco antes de que se presentara en un cruce fronterizo oficial para solicitar asilo, fue secuestrada y golpeada, y le cortaron parte de un pulgar, dijeron los activistas.
Ella solicitó asilo en junio y desde entonces está en custodia, cumpliendo dos periodos —uno de un mes— en confinamiento solitario, de acuerdo con los grupos activistas.
Los simpatizantes solicitan al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que la deje en libertad mientras se resuelve su apelación al asilo que le fue denegado. Aseguran que la agencia ha violado sus propias políticas al colocar a Reyes en confinamiento solitario por un periodo mayor al debido.
“El ICE continúa sin atender las necesidades de ella y continúa lastimándola al mantenerla en custodia”, dijo Yvette Borja, abogada de la ACLU en Arizona.
The Associated Press no suele dar el nombre de las personas que dicen haber sido víctimas de abuso sexual, pero Reyes y sus simpatizantes hicieron públicas las exigencias de ella para atraer atención a su caso.
El ICE dijo que en agosto ofreció trasladar a Reyes a un albergue para detenidos transgénero, pero ella declinó.
“El ICE está comprometido con salvaguardar un sistema de detención de inmigrantes que da prioridad a la salud, la seguridad y el bienestar de todas las personas bajo su cuidado y custodia, entre ellas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e individuos intersexuales (LGBTI)”, escribió la portavoz Yasmeen Pitts O’Keefe.
Sin embargo, el único albergue del país para migrantes transgénero se ubicaba en Nuevo México y fue cerrado en enero tras acusaciones de maltrato y de que la atención medica allí era inadecuada.
La solicitante de asilo Roxana Hernández, de 33 años, estuvo retenida en esa instalación tras llegar a Estados Unidos desde Honduras en 2018. Una autopsia efectuada por el forense de Nuevo México dejó ver que Hernández falleció de un trastorno raro que se le desarrolló con rapidez debido a que padecía sida. Los activistas dijeron que no recibió la atención médica que necesitaba cuando enfermó. Hernández falleció en un hospital.
Según los activistas, en la actualidad hay unos 90 migrantes transgénero detenidos, todos ellos con personas del sexo opuesto.
Dicen que los presos transgénero enfrentan atención médica insuficiente, y el personal no está capacitado para enfrentar lo que se considera una población más vulnerable, dijeron los activistas.
Reyes, que se encuentra retenida en una instalación a unos 105 kilómetros (65 millas) al noroeste de Phoenix, sabía desde su niñez que era transgénero y enfrentó hostigamiento en su casa por ser afeminado.
Huyó cuando tenía 13 años y ha pasado la vida huyendo del maltrato, viviendo en las calles intermitentemente durante años, según Cyrina King, defensora de los inmigrantes. En su confinamiento, Reyes lee asiduamente novelas de Isabel Allende mientras aguarda el resultado de su apelación.
Ella corre peligro mientras esté detenida, según los activistas.
“Nos preocupa su salud mental porque le diagnosticaron trastorno por estrés postraumático. Esto le deteriorará su salud mental si no la ponen en libertad”, declaró Borja.