La UE busca frente unido ante crisis de coronavirus
BRUSELAS (AP) — Temiendo una escasez de mascarillas y otro equipo protector para combatir el nuevo coronavirus, altos funcionarios de la Unión Europea llamaron a los miembros a poner la solidaridad sobre los intereses nacionales, en momentos en que el brote se disemina rápidamente por el continente.
El comisionado para situaciones de crisis Janez Lenarcic dijo tras una reunión urgente en Bruselas de los ministros de salud de los 27 países miembros del bloque que las naciones de la UE tienen derecho a restringir importaciones de equipo médico, pero advirtió que esas decisiones afectarían la capacidad del bloque para lidiar con la crisis del COVID-19.
Aunque Italia es el país más afectado en Europa, con 148 muertes hasta ahora, más de 4.000 casos confirmados del virus se han registrado en el bloque. La epidemia se ha estado diseminando a un paso más acelerado en las últimas dos semanas, lo que llevó al Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades a elevar el riesgo de infección de moderato a alto.
"Es necesario mejorar los preparativos porque crecen las probabilidades de que lo sucedido en Italia ocurra en otras partes en Europa", dijo Lenarcic.
En la reunión anterior de los ministros de salud, el 13 de febrero, no se había declarado el virus en el continente. De acuerdo con las nuevas cifras del centro de prevención, 112 personas han muerto desde entonces. Holanda anunció el viernes su primera muerte.
En respuesta al brote, Alemania y otros países, incluso la República Checa, han prohibido la exportación de equipo médico como mascarillas, guantes y trajes protectores. Mientras los temores de contagio llevan a escasez de mascarillas y desinfectante para las manos, el presidente francés Emmanuel Macron dijo que el gobierno va a requisar los suministros actuales y futuros de las mascarillas.
Lenarcic dijo que la Comisión Europea, la rama ejecutiva de la UE, apoyaría esas medidas temporales solamente si ayudan a la causa común del bloque, regulan el mercado, evitan que los precios se disparen y "no favorecen a un estado miembro a expensas de los otros".
"Eso minaría nuestro enfoque común ante la crisis", afirmó.