Miles de migrantes vuelven a agolparse en fronteras de la UE
BRUSELAS (AP) — Miles de migrantes se han congregado en las fronteras de Grecia con Turquía y las fuerzas de seguridad pasan apuros para contenerlos. En una repetición de acontecimientos similares ocurridos hace cinco años, la Unión Europea parece mal preparada igual que en ese entonces.
En 2015, cientos de miles personas cruzaron las fronteras marítimas y terrestres de Grecia, la mayoría desplazados de las guerras en Siria e Irak que buscaban refugio en la próspera Europa.
Sin embargo, en esta ocasión, los europeos se dicen chantajeados por una Turquía implacable que invadió el norte de Siria y que, debido al aumento de bajas en la lucha, ha comenzado a transportar hacia la Unión Europea a miles de personas desesperadas, pocas de ellas sirias.
“Las decenas de miles de personas que intentaron ingresar en Grecia en los últimos días no provenían de Idlib. Habían estado viviendo a salvo en Turquía”, afirmó esta semana el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis. “Europa no se dejará chantajear por Turquía frente al problema de los refugiados”.
Mientras Mitsotakis pronunciaba un mensaje en un podio en una zona próxima a la frontera, altos funcionarios de la UE permanecían juntos orgullosamente y elogiaban a Grecia, diciendo que es un “escudo” que protege al bloque de 27 naciones y defiende los valores europeos.
En circunstancias normales, esos valores incluyen el derecho de las personas que temen por su vida a solicitar protección internacional y a que no se les rechace en las fronteras.
Pero estos no son tiempos normales. Los abusos de las fuerzas de seguridad griegas o la decisión del país de no aceptar solicitudes de asilo _una medida ilegal de acuerdo al derecho internacional y europeo, según la agencia de refugiados de la ONU_ al parecer fueron pasados por alto. Se trata de “circunstancias excepcionales”, dijeron ministros y comisionados.
Aunque reconoce que Grecia y Turquía necesitan asistencia para enfrentar las dificultades que entrañan los migrantes, la Organización Internacional para las Migraciones dijo el jueves que “las obligaciones legales internacionales deben ser respetadas, en particular para quienes puedan necesitar la protección internacional”.
De todas formas, jamás debió haberse llegado a este punto. Pese a todos los compromisos de la UE de nunca permitir que se repitiera el flujo de migrantes de 2015, simplemente lo hizo y con demasiada facilidad.
En cinco años, el bloque no ha logrado especificar claramente cuestiones políticas clave: ¿Qué país debería estar obligado a procesar y recibir a los solicitantes de asilo?, y los socios europeos cuyas fronteras están distantes del problema, ¿deberían ser obligados a ayudar?