Maduro ordena reestructuración de petrolera venezolana
CARACAS (AP) — El presidente Nicolás Maduro afirmó el miércoles que Estados Unidos pretende destruir la industria petrolera venezolana con un nuevo paquete de “sanciones criminales” y ordenó restructurar la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) para sortear esa amenaza.
“A Venezuela no la destruye nadie”, dijo en una alocución de radio y televisión.
Mediante dos decretos, sin dar detalles, Maduro declaró en “emergencia” el sector de los hidrocarburos y creó una comisión presidencial que tendrá la tarea de delinear en el corto plazo el plan de “defensa, reorganización y recuperación integral de la industria petrolera”.
El anuncio se produjo un día después de que la administración de Donald Trump anunciara una batería de sanciones sobre la rama comercial de la petrolera rusa Rosneft, la cual ha ayudado al gobierno de Maduro a esquivar un embargo petrolero estadounidense y ha hecho posible que el gobernante socialista se sostenga en el poder.
Funcionarios estadounidenses dijeron que la compañía Rosneft Trading y su presidente, Didier Casimiro, serían añadidos a una lista negra financiera en una acción que se prevé que lo mantenga a él y a la compañía fuera del sistema financiero mundial.
El cúmulo de sanciones, que buscan presionar a Maduro para que renuncie, incluye el congelamiento de los activos del gobierno de Venezuela en Estados Unidos, prohíben a los estadounidenses y empresas foráneas relacionadas hacer negocios con el gobierno venezolano, sus familiares o aquellos que mantengan vínculos comerciales con empresas o funcionarios del gobierno.
Maduro, visiblemente molesto, responsabilizó al líder opositor Juan Guaidó de solicitar entre otras, la reciente sanción a Rosneft y pidió a los trabajadores petroleros mostrarle su repudió cada vez que puedan.
“Juan Guaidó esa rata de cañería, vende patria, los trabajadores de PDVSA tienen que identificarlo y gritarle: ¡traidor, vende patria!”, aseveró.
El gobierno estadounidense --que respalda a Guaidó, quien como jefe de la Asamblea Nacional se declaró en enero de 2019 presidente interino en desafío a Maduro-- además impuso sanciones a PDVSA, la mayor fuente de divisas del país.
La medida aceleró el colapso de la producción de crudo en el país sudamericano, la cual venía en declive por una deficiente administración, el desvío de recursos por la insistencia del gobierno de involucrar la empresa en actividades que le eran ajenas --como la producción de alimentos-- y una corrupción galopante.
La producción de crudo de Venezuela está ahora en su nivel más bajo en siete décadas pese a tener las mayores reservas del mundo. La producción cerró enero en 882.000 barriles de crudo por día, unos 25.000 menos que en el mes anterior, de acuerdo a cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Maduro afirmó, pese a las sanciones, que PDVSA sigue “relacionada con el mundo entero”, y según él, para sus planes de reestructuración y relanzamiento de la producción, la empresa contaría con el respaldo de grandes inversiones de decenas de países, con ofertas que hoy superan los 25.000 millones de dólares.