Jurado se arrepiente de haber condenado a “Whitey” Bulger
EASTHAM, Massachusetts, EE.UU. (AP) — James “Whitey” Bulger aterrorizó a Boston con una campaña de asesinatos, extorsiones y tráfico de drogas, y luego pasó 16 años prófugo tras ser alertado de que lo iban a arrestar.
En el 2013, Janet Uhlar fue una de 12 jurados que hallaron a Bulger culpable de una cantidad de delitos, incluida su participación en 11 asesinatos. Pero ahora Uhlar dice que lamenta haber condenado a Bulger por los asesinatos.
Ello se debe a más de 70 cartas que Bulger le escribió desde la cárcel, en algunas de las cuales describe su participación involuntaria en un experimento secreto de la CIA con LSD. En un esfuerzo desesperado por encontrar una droga que controle la mente durante la década de 1950, la agencia le hizo tomar el alucinógeno más de 50 veces cuando cumplía una primera condena a prisión. Algo que nunca se mencionó en su juicio.
“De haberlo sabido, sin duda que hubiera descartado las acusaciones de asesinato”, declaró Uhlar a la Associated Press en una reciente entrevista. “No había matado a nadie antes de tomar LSD. Bien pueden haber alterado su cerebro. ¿Cómo se puede decir que es culpable?”.
Uhlar, no obstante, dijo que hubiera hallado culpable a Bulger de una larga lista de delitos y que el mafioso probablemente hubiera muerto en la cárcel de todos modos.
La jurado, que ya ha hablado en público de su arrepentimiento, dice que su sensación de que se actuó mal al condenarlo por asesinato aumentó tras leer un nuevo libro del profesor de la Brown University Stephen Kinzer: “Poisoner in Chief: Sidney Gottlieb and the CIA Search for Mind Control” (Envenenador en jefe: Sidney Gottlieb y la búsqueda de formas de controlar la mente por parte de la CIA).
El libro cuenta la historia de un ex jefe del departamento químico de la CIA y de sus esfuerzos por producir técnicas de control de la mente a partir del uso de LSD y de otras drogas que eran ingeridas por personas sin saberlo, incluidos colegas, para observar sus reacciones.
“Me alegra saber que no me estaba volviendo loca al pensar que esto era importante”, dijo Uhlar.
El programa secreto de Gottlieb, conocido como MK-ULTRA, empleaba médicos y otro personal para suministrar grandes dosis de LSD a presos, adictos y otras personas que difícilmente se quejasen. En el caso de Bulger, al mafioso y a otros reclusos les ofrecieron reducir sus condenas si participaban en los experimentos. Se les dijo que se buscaban curas para la esquizofrenia.
“Nos hacían creer que estábamos haciendo algo por la sociedad”, le escribió Bulger a Uhlar en una carta que fue vista por la AP.
La realidad era distinta.
“El programa de control de la mente de la CIA conocido como MC-ULTRA involucró los experimentos en seres humanos más extremos jamás llevados a cabo por una agencia del gobierno estadounidense”, dijo Kinzer. “En su momento culminante en los años 50, ese programa y su director, Sidney Gottlieb, dejaron una estela de cadáveres y de mentes destruidas en tres continentes”.
Un juez sentenció a Bulger a cadena perpetua más cinco años. Falleció en la cárcel hace poco más de un año, a los 89 años, tras recibir una paliza de otros reos al llegar en silla de ruedas a la prisión de Hazelton en Bruceton Mills, West Virginia. Nunca se acusó a nadie de nada en conexión con la matanza.
Los experimentos de la CIA no eran nada nuevo, pero Uhlar dijo que no sabía nada de ellos hasta que empezó a escribirse con Bulger tras su condena, y el mafioso le contó acerca de sus horrendas experiencias con LSD.
Ansiosa por saber más, Uhlar revisó los testimonios en una audiencia de la comisión de inteligencia del Senado en 1977 y encontró declaraciones del director de la CIA Stansfield Turner, quien admitió que la agencia había estado buscando una droga que pudiese preparar a alguien para “debilitar a un individuo o incluso matarlo”.
“Esto hace que una se pregunte si (Bulger) sabía lo que hacía cuando se cometieron esos asesinatos”, dijo Uhlar.
Los abogados de Bulger dijeron que su cliente era un gángster que actuó gracias a la complicidad de policías y funcionarios corruptos.
Pero Anthony Cardinale, abogado de Boston que representó a numerosos mafiosos, dijo que él hubiera usado los experimentos con LSD para pedir que se declarase inocente a Bulger por razones de salud.
“Hubiera hecho que se presentase en el tribunal como Harvey Weinstein, todo desaliñado, en silla de ruedas”, expresó.
Hubiera bastado con que tan solo un jurado se negase a hallarlo culpable para declarar anulado el juicio y obligar a los fiscales a decidir si vuelven a la carga o no.
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El investigador de la AP Randy Herschaft colaboró en este despacho desde Nueva York.
Michael Rezendes está en https://twitter.com/mikerezendes