Protestas en Irak contra intento de marginar a mujeres
BAGDAD (AP) — Cientos de mujeres salieron el jueves a las calles del centro de Bagdad y en el sur de Irak, desafiando los llamados de un clérigo radical de segregarlas en las protestas antigubernamentales.
Un movimiento de protestas estalló en Irak el 1 de octubre contra la corrupción, la falta de servicios públicos y el alto desempleo particularmente en Bagdad y en el sur chií del país. Más de 500 personas han muerto durante los operativos de las autoridades para dispersar a las multitudes.
Las protestas se han distinguido por incluir la participación de hombres y mujeres, algo inusual en el país de mayoría musulmana conservadora.
El jueves, cientos de mujeres ondearon banderas iraquíes y carteles en inglés y en árabe y coreando lemas en contra de la reciente represión de las manifestaciones.
El clérigo chií Muqtada al-Sadr, líder del bloque Saeroon del Parlamento iraquí, emitió el domingo un código de conducta de 18 párrafos sobre cómo deben comportarse los hombres y mujeres en esas manifestaciones, advirtiendo que no deben sentarse juntos.
Como respuesta, cientos de mujeres inundaron el jueves las calles de Bagdad y de la ciudad sureña de Nasiriya.
“Quien acuse a las mujeres de ser débiles no comprende a Irak", declaró Baan Jaafar, una manifestante de 35 años. "Continuaremos defendiendo nuestros derechos mediante manifestaciones y participaremos en el proceso de construir un nuevo Irak después de las manifestaciones".
Al-Sadr, cuya facción política obtuvo la mayor cantidad de escaños en las elecciones de mayo de 2018, inicialmente respaldó el movimiento de protestas pero dejó de hacerlo cuando Mohamed Alaui fue elegido para primer ministro, un candidato que él había apoyado.
Desde entonces ha emitido llamados erráticos, pidiendo a los manifestantes retomar las calles poco después de revocarle su apoyo a las protestas. Las órdenes contradictorias han agravado las tensiones ya existentes entre los manifestantes y los seguidores del religioso.
"Salimos hoy a las calles para protestar contra quienes acusan a las manifestantes en la Plaza Tahrir", declaró Nada Hassan, una mujer de 24 años. "Les decimos, aunque nos maten, aunque nos amenacen, seguiremos apoyando a los manifestantes".