UE pide un acuerdo comercial ambicioso con Gran Bretaña
BRUSELAS (AP) — La Unión Europea solo ofrecerá a Gran Bretaña acceso único a su gran mercado único si Londres acepta cumplir los estándares del bloque, afirmó el martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al rechazar la idea del primer ministro británico, Boris Johnson, de negociar un acuerdo comercial más laxo con la UE.
Von del Leyen dijo estar sorprendida de que Johnson planteara siquiera la posibilidad de negociar un acuerdo de libre comercio similar al de Australia, que incluye cuotas y aranceles, si la UE y el Reino Unido no pueden alcanzar un acuerdo de amplio espectro. Ante un pequeño público en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, criticó el plan de Johnson.
“Australia es un socio fuerte y de ideas comunes, pero la Unión Europea no tiene un acuerdo comercial con Australia”, dijo Von der Leyen, responsable de la poderosa ejecutiva europea. “Ahora negociamos según los términos de la Organización Mundial del Comercio”.
“Si esta es la decisión británica, nos parece bien”, añadió. “En la actualidad comerciamos bajo los términos de la Organización Mundial de Comercio”.
Gran Bretaña salió de la UE el 31 de enero, siendo el primer país que abandona el bloque, pero seguirá cumpliendo la normativa comunitaria al menos hasta final de año. Durante el proceso de transición, el gobierno británico y los líderes europeos intentarán negociar un acuerdo de libre comercio y pactos en otros ámbitos como la cooperación de seguridad.
Gran Bretaña quiere que el acuerdo comercial incluya bienes y servicios y no tenga casi aranceles. Sin embargo, Johnson se ha mostrado firme en que el país no seguirá cumpliendo todas las regulaciones de la UE. Para poder negociar con otros países, Johnson quiere la flexibilidad de adaptarse a distintas normativas en sectores como competencia, ayudas estatales o incluso medio ambiente.
Algunas empresas británicas se han declarado alarmadas porque el gobierno está retrocediendo en su compromiso de mantener una relación comercial con la UE con la menor cantidad posible de fricciones.
Andrew Opie, del Consorcio Minorista Británico, dijo que si el gobierno no se apresura a instalar infraestructura fronteriza, los británicos podrían padecer escasez de frutas y verduras frescas.
“No basta anunciar que habrá controles, ahora debemos conocer los planes para ponerlos en práctica”, dijo. “Si no, serán los consumidores quenes sufrirán el 1 de enero”.
Von der Leyen insistió en que los 27 estados miembros ofrecen a Gran Bretaña “algo que nunca hemos ofrecido a nadie más”, bajo condición de que su antiguo socio garantice una competencia justa y protecciones para trabajadores y el medio ambiente.
Michel Barnier, el principal negociador de la UE, advirtió que los negocios entre Gran Bretaña y la UE no seguirán como siempre después de la transición si no se ha llegado a un acuerdo comercial; se aplicarán inmediatamente aranceles y cuotas a todos los productos británicos.
“La apertura de nuestros mercados, el acceso a los datos y la equivalencia para los servicios financieros serán proporcionales a los compromisos de respetar la lealtad en la competencia, la coherencia regulatoria, la protección de los ciudadanos y la estabilidad financiera”, dijo Barnier.
Añadió que Gran Bretaña no debe tener ilusiones de que los servicios financieros de la City londinense tendrán acceso preferencial.
“Las cosas no pueden seguir igual después del Brexit, habrá cambios en todos los terrenos”, dijo Barnier. “Esta negociación será difícil, muy difícil. Recomiendo que permanezcamos preparados para todas las opciones, incluso la de no llegar a un acuerdo básico antes del 31 de diciembre”.
El gobierno británico ha advertido a las empresas del país que se preparen para las declaraciones y controles de aduana sobre todos los bienes provenientes de la UE el año próximo.
“El Reino Unido estará fuera del mercado único y la unión aduanera, de manera que deberemos estar preparados para los procedimientos aduaneros y los controles regulatorios que sobrevendrán inevitablemente”, dijo el lunes Michael Gove, el ministro británico a cargo de los preparativos para el Brexit.
La líder del gobierno escocés advirtió el lunes que Gran Bretaña pagaría un “alto precio” si abandona las normas y estándares de la UE. La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, también reiteró su deseo de celebrar un referendo sobre la independencia escocesa de Gran Bretaña y la posibilidad de sumarse a la UE como estado miembro.
“Como la UE sigue dejando claro, cuanto más nos alejemos de los estándares de la UE, menos acceso tendremos al mercado único”, señaló. “El derecho a disentir vendrá con un precio, un precio muy alto”.