Se vuelve a fugar asesino de cinco jóvenes en Panamá
PANAMÁ (AP) — Un dominicano condenado por el secuestro y asesinato de cinco jóvenes de ascendencia china se fugó por segunda vez de una cárcel panameña con la presunta ayuda de policías.
Se trata de Gilberto Ventura Ceballos, un hombre que antes logró burlarse y pasar inadvertido ante autoridades migratorias y policiales de tres países al cambiarse la identidad e incluso hacerse cirugías en los dedos para borrar sus huellas dactilares.
El Ministerio de Seguridad Pública de Panamá informó el martes que buscaba por tierra y aire a Ventura Ceballos, cuya evasión representa una de las fugas más escandalosas por parte del autor de uno los casos criminales más desgarradores en la historia del país.
La fuga también pone contra las cuerdas a un sistema penitenciario nacional que apenas se sacude de los cuestionamientos tras la mayor masacre de internos en una cárcel registrada en diciembre pasado y de señalamientos de corrupción.
No se ha precisado el momento en que se habría escapado el dominicano de una celda de la prisión la Mega Joya, custodiada por la policía y situada en las afueras de la capital dentro de un complejo adonde está la cárcel que fue escenario de la masacre.
“Según información preliminar, el último registro que se tiene de Ventura Ceballos lo ubica dentro del penal la noche del lunes 3 de febrero a las 10:30 pm”, señaló la cartera de Seguridad en un comunicado. Agregó que “existen indicios registrados en las cámaras de seguridad del penal que en esta evasión hubo participación de policías asignados a la seguridad del centro penitenciario”.
La Policía Nacional montó un anuncio en su página de Internet con el ofrecimiento de una recompensa de 30.000 dólares por información que dé con la captura del dominicano, quien entró como turista a Panamá a fines de la pasada década y con un nombre distinto.
En julio de 2018, Ventura Ceballos fue condenado junto a su compatriota Alcibiades Méndez a 50 años de prisión por el secuestro y asesinato de cinco jóvenes universitarios de ascendencia china entre 2010 y 2011 en un caso que conmocionó al país.
Ceballos admitió, según las autoridades, que con su compatriota Méndez plagiaron y mataron a los chicos y que luego los enterraron bajo el piso de una casa en un poblado de La Chorrera, al oeste de la capital. Además, las investigaciones determinaron que al menos dos los jóvenes habrían sido sepultados vivos.
Los extranjeros, que se dedicaban a negocios de venta de celulares, habían cobrado casi un cuarto de millón de dólares a los familiares de los plagiados por rescates que nunca se dieron.
El caso llevó a los familiares de los jóvenes a una larga lucha y a manifestaciones en las calles para lograr justicia.
“Estamos tan decepcionados”, dijo Judith Chen, cuya hija figura entre los asesinados. “Este hombre tiene de juego a las instituciones de seguridad de Panamá. Él entra y sale cuando le da la gana de las cárceles... ¿Cómo salió? ¿Quién lo ayuda? ¿Cuánto dinero tiene este hombre y de dónde lo saca?”.
“Ahora los que estamos en riesgo somos lo familiares porque no tenemos a ningún policía cuidando nuestros hogares”, agregó. “Este hombre nos conoce cara a cara”.
“¡Qué tristeza!”, señaló a una televisora local Eloy Chong, presidente de la Asociación China Panamá en el sector Oeste. “Hemos luchado tanto para que se haga justicia”.
Ventura se fugó por primera vez el 28 de diciembre de 2016 y fue capturado en Costa Rica en septiembre de 2017. En ese país utilizó otro nombre, se pintó el cabello; llegó a tener pareja y trabajaba en un taller de autos.
Antes de eso y al inicio de las investigaciones había viajado a su país adonde se lo detuvo por pedido de las autoridades panameñas.
Su traslado desde Costa Rica fue televisado en Panamá, donde el dominicano se ganó el mote del criminal más peligroso o uno de los más despiadados en la historia del país.