CIDH: Chile vive una grave crisis de derechos humanos
SANTIAGO DE CHILE (AP) — Chile vive una grave crisis de Derechos Humanos, afirmó el viernes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al presentar las conclusiones de su segunda visita al país, mientras la manifestación del viernes congregaba a miles y se desataban incendios y actos de violencia.
El mismo día por la noche, un fuerte incendio afectaba a un centro universitario en el centro de Santiago y se registraban incidentes violentos en la marcha que congrega a miles para homenajear a un hincha de fútbol que murió atropellado por un carro de policía en la madrugada del miércoles. El hecho recrudeció las tensiones en el país y por primera vez en lo que val del año volvieron a registrarse incendios, saqueos y muertos.
En Coquimbo, hinchas suspendieron el partido del club regional contra el Audax al saltar a la cancha con el cartel “Calles con sangre, canchas sin fútbol”.
Más temprano, Esmeralda Arosemena, presidenta de organismo, se expresó categóricamente sobre la gravedad de los hechos tras la visita realizada del 25 al 31 de enero a distintos puntos de Chile.
El organismo ya había enviado una primera misión en noviembre.
La CIDH apeló a la inteligencia policial y no a la represión al controlar la violencia en las manifestaciones. “No es aceptable el incremento de la criminalización”.
“Chile enfrenta un profundo desafío para sus instituciones democráticas en el marco de una crisis social que ha producido un trauma extendido en su sociedad y que requiere de medidas decisivas para superarlo”, señaló Juan Hernández, relator de la CIDH para Chile.
Según la CIDH, hay “deudas históricas” con los crímenes de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990). “Persisten en el ordenamiento jurídico normas que constituyen obstáculos a la sanción de los más graves crímenes perpetrados en la dictadura”, afirmó Hernández. La perpetuación de esa impunidad, dijo, perjudica a toda la sociedad al transmitir una idea de “tolerancia” respecto a estas violaciones.
El relator se refirió a “un uso desproporcionado de la fuerza” en las manifestaciones y a situaciones de torturas y amenazas, abusos sexuales, violaciones y malos tratos. También condenó el envío de un paquete de medidas al Congreso que endurecen las penas de expresiones de protesta.
También condenó los ataques a la policía chilena por parte de la sociedad civil.
El gobierno agradeció las recomendaciones de la CIDC, pero manifestó en un comunicado de la Cancillería que los proyectos aprobados en el Congreso “están inspirados por la necesidad indispensable de resguardar el orden público y proteger las libertades, seguridad y derechos de los ciudadanos”.
El subsecretario de Interior, Juan Francisco Galli, cifró en 17 los incidentes graves ocurridos durante la noche del jueves al viernes. La noche anterior había sido calificada por la policía como la más violenta en lo que va del año y en niveles similares a los de octubre, cuando se produjo el estallido social en el país por un alza en la tarifa del metro. Los chilenos luego demandaron mejores pensiones, salarios, salud y educación, entre otras.
La fiscalía nacional actualizó la cifra de fallecidos a 31 hasta el 28 de enero, pero ese número no incluye al hincha muerto.
La fiscalía indicó que al 30 de noviembre hubo casi 5.600 víctimas de violencia institucional y que entre el 18 de octubre -cuando se produjo el estallido- y el 31 de diciembre de 2019 se detuvo a 54.442 personas.