Un reporte cuestiona los beneficios de fondos UE para África
PARÍS (AP) — El dinero para el desarrollo en África que destina la Unión Europea se ve cada vez más ligado a la capacidad de los países para impedir que sus ciudadanos intenten emigrar al otro lado del Mediterráneo, una práctica que podría estar perjudicando a la misma gente a la que en teoría pretende ayudar, según un análisis del grupo humanitario Oxfam.
Los 3.900 millones de euros (5.100 millones de dólares) destinados a proyectos entre 2015 y 2019 se gastaron en gran parte sin supervisión pública, con decisiones basadas en motivos políticos más que en la eficacia, señaló el informe, publicado el jueves.
El Fondo Fiduciario de Emergencia de la UE para África se creó en 2015 en el cénit de una crisis migratoria en la que más de un millón de personas cruzaron el Mediterráneo o atravesaron Turquía para llegar a Europa. La oleada provocó una reacción negativa que incluyó un auge de las políticas antiinmigración en todo el continente. Estaba previsto que un nuevo mecanismo sustituyera al Fondo Fiduciario a finales de 2020.
Los hallazgos de Oxfam encajan con una investigación de Associated Press que determinó que el dinero de la UE destinado a detener la inmigración desde Libia, uno de los principales receptores de dinero del fondo, se estaba desviando a las mismas personas responsables de abusos contra los migrantes.
“Nadie sigue el rastro del dinero de principio a fin”, dijo Raphael Shilhav, uno de los principales investigadores del reporte. Shilhav cuestionó que eso fuera siquiera posible, dado el enorme número de organizaciones y países implicados.
El informe de Oxfam señalaba Libia como un país especialmente problemático. La Unión Europea ha sido criticada por el dinero y la cooperación que proporciona a la Guardia Costera libia, que según determinaron AP y otros, está estrechamente relacionada con el tráfico de personas y las violaciones de derechos humanos.
Pero incluso en países sin los problemas de Libia, el reporte determinó que el dinero de la UE puede causar problemas en el extranjero aunque parezca resolver problemas políticos dentro de Europa. Las prioridades europeas, señaló Shilhav, no son necesariamente las mismas que las africanas.