Maduro: Éxito de liga de béisbol pese a intento de sabotaje
CARACAS (AP) — El presidente Nicolás Maduro acusó el martes la oficina de las Grandes Ligas de responder a intereses políticos e ideológicos para perjudicar al béisbol de Venezuela, y consideró que esas acciones fueron fallidas, ante el éxito del torneo invernal recién concluido, pese a supuestos intentos de sabotearlo.
“La Major League Baseball actuó de manera política, partidista, ideológica contra Venezuela. No tenía razón y ni tiene razón”, sentenció Maduro durante un acto partidista transmitido por la televisión estatal.
El comentario surgió un día después de que los Cardenales de Lara se proclamaron campeones de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) tras vencer 4-2 a los Caribes de Anzoátegui en el séptimo y definitivo encuentro de la serie final.
Varios juegos, incluidos los de la final, se disputaron a casa llena, en contra de algunos pronósticos, destacó el gobernante socialista.
“Trataron de sabotear el béisbol... y no lo lograron. Hoy podemos decir que la temporada 2019-2020 de la liga de béisbol profesional ha sido todo un éxito”, aseveró.
En agosto, el gobierno estadounidense había impuesto una medida que impedía a los peloteros afiliados a las mayores su participación en la LVBP, como parte de una serie de sanciones contra el gobierno de Maduro. A comienzos de diciembre, el Departamento del Tesoro levantó parte de la prohibición, lo que avivó la esperanza que Venezuela eventualmente sea reincorporada al acuerdo que regula las relaciones entre las mayores y los torneos invernales del Caribe.
La organización de las Grandes Ligas “al final rectificó parcialmente y me parece muy bien que haya rectificado parcialmente porque el béisbol no se debe meter en las contradicciones entre los gobiernos”, indicó Maduro.
“Ahora vamos a la Serie del Caribe con los Cardenales. Felicidades”, agregó, en referencia al certamen que se disputará desde el 1 de febrero en Puerto Rico con la participación de los campeones de esa isla, así como de Venezuela, República Dominicana, México, Colombia y Panamá.
La resolución que levantó las sanciones contra el béisbol venezolano excluyó a los Tigres de Aragua y los Navegantes del Magallanes, dos de los ocho equipos de la LVBP, por considerar que mantienen vínculos con el gobierno de Maduro. Ambos equipos tienen la figura legal de fundaciones adscritas a los gobiernos de los estados de Carabobo y Aragua, que en la actualidad están en manos de aliados de Maduro.
La licencia otorgada expira el 30 de noviembre de 2021 y podría ser revocada o modificada en cualquier momento, según la resolución del Departamento de Tesoro.
La LVBP fue suspendida cuando la administración del presidente Donald Trump, que intenta ejercer presión para que Maduro se separe del cargo, amplió las sanciones contra Venezuela.
En septiembre, la oficina de las Grandes Ligas presentó una solicitud urgente ante la Oficina para el Control de Activos en el Extranjero del Departamento del Tesoro (OFAC, por sus siglas en inglés) a fin de recibir orientación o, alternativamente, obtener una licencia específica que autorizara tratos con la liga venezolana. La LVBP informó entonces que “había terminado cualquier relación comercial con el gobierno de Venezuela”, incluyendo la aceptación de fondos o patrocinios.
Las sanciones, que incluyen el congelamiento de los activos del gobierno de Venezuela en Estados Unidos, prohíben a los estadounidenses y empresas foráneas relacionadas hacer negocios con el gobierno venezolano, sus familiares o aquellos que mantengan vínculos comerciales con empresas o funcionarios del gobierno.
Washington respalda al líder opositor Juan Guaidó, quien como jefe de la Asamblea Nacional se declaró en enero de 2018 presidente interino en desafío a Maduro.
La LVBP renunció al patrocinio de la petrolera estatal PDVSA, otrora la principal patrocinadora del torneo local, y se movilizó en octubre para procurar que se certificara la independencia financiera de la liga.
Las arcas de los equipos fueron afectadas por no contar con el patrocinio gubernamental. La liga se sustenta ahora de los aportes de las televisoras y otras empresas privadas.
Las sanciones obligaron a recortar la temporada en un tercio de sus juegos. Comenzó casi tres semanas más tarde para reorganizarse y asegurar los fondos.
El número de fanáticos en los estadios disminuyó, pero ello pareció responder más al elevado costo de acudir a los estadios en medio de un escenario de hiperinflación.
La presencia en los rosters de jugadores de reemplazo, procedentes de ligas independientes, no pareció minar el entusiasmo de los aficionados de este país sudamericano, donde el béisbol, y no el fútbol, es el deporte número uno.