Bolivianos piden paz y unidad en la Feria de la Alasita
LA PAZ, Bolivia (AP) — Paz y unidad están entre los deseos y sueños que los bolivianos esperan hacer realidad en la fiesta de la Alasita, en la que se celebra al Ekeko o dios de la abundancia, representado por un hombre gordo y de baja estatura que carga bienes y alimentos.
Estos anhelos llegan después de una crisis política y social que se desató en Bolivia tras las elecciones del 20 de octubre, en las que el expresidente Evo Morales se declaró vencedor a pesar de las críticas de sus opositores. La situación --que derivó en la renuncia del presidente y la toma del poder temporal de la exsenadora Jeanine Áñez-- ocasionó gran división y dejó 35 muertos.
“Yo esta vez pido paz y unidad y que no nos falte alimentos”, dijo Mireya Flores, una estudiante de 34 años.
La Alasita es una fiesta de origen indígena que fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
“Alasita”, una palabra aymara que significa “cómprame”, concentra a más 5,000 comerciantes, miles de artesanos, devotos de todo el país y unos 500 brujos aymaras.
El viernes, en la inauguración de la feria, estuvieron la presidenta Áñez y el alcalde de La Paz, Luis Revilla. Ambos llamaron a mantener la paz y la unidad.
Según las tradiciones, el Ekeko cumple deseos, por lo que cada 24 de enero muchas personas llegan hasta él con objetos en miniatura que replican lo que quisieran conseguir con su favor.
Entre las novedades esta vez, se vieron gallos con anillos en el pico y un collar de dinero, que son para las jóvenes solteras y que buscan novio o contraer matrimonio.
En Bolivia, la Feria de la Alasita fusiona las creencias locales con la devoción al catolicismo. Mario y Lucía, por ejemplo, no sólo llevaron a bendecir sus miniaturas con brujos andinos —conocidos como “amautas”—, sino también a una iglesia católica.