Largas filas en Pro Bowl, por fotos y autógrafos de Jackson
LAKE BUENA VISTA, Florida, EE.UU. (AP) — Marlon Humphrey, cornerback de Baltimore, estaba dando autógrafos el jueves, tras la práctica para el Pro Bowl. También terminaba de conceder una entrevista, cuando su hermana llegó con un ruego.
“Tienes que ayudar a mi mamá”, le dijo.
“¿Qué pasa?”, preguntó el jugador de la NFL.
“Quiere una foto en el terreno con Lamar”, respondió la hermana.
Se refería a Lamar Jackson, compañero de Humphrey en los Ravens, favorito al premio para el Jugador Más Valioso de la temporada y sin duda el personaje más popular de esta semana en Disney World, salvo por aquél que tiene orejas de ratón.
Los fanáticos corearon el nombre de Jackson durante los dos días de prácticas en el complejo Wide World of Sports de ESPN, y se arremolinaron en busca de autógrafos, antes y después de los entrenamientos. Para obtener una foto, era necesario formar una larga fila, dispuesto a una espera similar a la que se requiere para experimentar Star Wars: Galaxy’s Edge, la nueva atracción del parque de diversiones.
“Él es el hombre principal, ¿cierto?”, preguntó Marshal Yanda, guard de los Ravens.
Es, sin duda, el favorito de los fanáticos en la antesala del juego de estrellas de la NFL. Ha tenido a tantos camarógrafos a su alrededor que en un momento prefirió colarse entre la multitud de fanáticos para encontrar algo más de espacio.
Nadie es inmune a su popularidad, ni siquiera sus compañeros.
La hija de Yanda corrió hacia su padre durante una entrevista, le tomó la mano y le pidió que mirara su camiseta. La niña se dio la media vuelta y se recogió el caballo, para dejar al descubierto un autógrafo que le había dado Jackson.
“¡Es Lamar Jackson!”, exclamó la menor.
Jackson lanzó para 3.127 yardas y 36 anotaciones en esta temporada. Corrió también para 1.206 yardas y siete touchdowns. Ayudó a que los Ravens (14-2) consiguieran la mejor foja en la temporada regular y el primer puesto de la Conferencia Americana.
Pero Baltimore cayó por 28-12 ante Tennessee en la ronda divisional, lo que constituyó la mayor sorpresa en los playoffs. Jackson lanzó para 365 yardas y un touchdown, además de aportar 143 yardas por tierra. Pero regaló tres balones, incluidos dos pases interceptados.
Sin contar el final amargo, su desempeño durante toda la temporada transformó a Jackson en una de las nuevas estrellas de la liga.
“Simplemente es un jugador especial, un tipo especial”, dijo el corredor de los Ravens, Mark Ingram. “Es un deportista de elite dentro del campo y una gran persona fuera de éste, sencillo, trabajador y líder. Todo lo que uno necesita de un quarterback-franquicia él lo tiene. Estoy fascinado de jugar con él”.
Jackson encontró a seguidores que jamás imaginó en el marco del Pro Bowl. El hijo mayor de Drew Brees, Baylen, quedó encantado con el desempeño de Jackson en la temporada. Así, el quarterback de los Saints de Nueva Orleáns hizo las gestiones para que ambos se encontraran.
Baylen vistió una camiseta de los Ravens y pidió a Jackson que estampara su firma en un casco de Baltimore.
Jackson respondió lanzando unos pases a Baylen en los vestuarios de la Conferencia Americana.