Vinculan a príncipe heredero saudí con hackeo a Bezos
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — El teléfono del fundador de Amazon y propietario del Washington Post, Jeff Bezos, fue hackeado, en lo que parece ser un intento del príncipe heredero de Arabia Saudí para “influenciar, si no es que silenciar” el reporteo que el diario hace sobre el reino, dijeron el miércoles dos expertos de derechos humanos de la ONU.
Los expertos pidieron una “investigación inmediata” por parte de Estados Unidos en relación con un reporte solicitado por Bezos que mostró que lo más probable es que el teléfono del empresario multimillonario haya sido hackeado luego de que recibió un video en formato MP4 enviado desde la cuenta de WhatsApp del príncipe heredero Mohammed bin Salman después de que los dos hombres intercambiaron sus números telefónicos durante una cena en Los Ángeles en 2018.
El archivo de video fue enviado al teléfono de Bezos cinco meses antes de que el columnista saudí del Washington Post Jamal Khashoggi fuera asesinado por agentes del gobierno de Arabia Saudí dentro del consulado saudí en Turquía en octubre. En ese entonces, el príncipe heredero era aclamado por introducir importantes reformas sociales en el reino, pero Khashoggi escribía columnas en el periódico que resaltaban el lado oscuro de la simultánea represión por parte del príncipe contra los disidentes.
El diario fue muy crítico del gobierno saudí luego de la muerte del periodista y exigió una rendición de cuentas en una campaña pública que apareció en el diario durante semanas después de su deceso.
“La información que hemos recibido indica la posible participación del príncipe heredero en la vigilancia del señor Bezos, en un intento de influenciar, si no es que silenciar, el reporteo que The Washington Post hace de Arabia Saudí”, dijeron los expertos de la ONU.
En momentos en los que Arabia Saudí “supuestamente investigaba el asesinato del señor Khashoggi y enjuiciaba a aquellos considerados como responsables, emprendía clandestinamente una campaña masiva por internet contra el señor Bezos y Amazon dirigiéndose principalmente a él como propietario de The Washington Post”, señalaron los expertos.
Bezos hizo público el hackeo el año pasado. Comentó que el tabloide National Enquirer, cuyo dueño tiene vínculos con el príncipe heredero, amenazaba con publicar sus mensajes y fotografías personales si no dejaba una investigación privada que emprendió sobre el hackeo de su teléfono.
Iyad el-Baghdadi, activista que trabajó con los investigadores de Bezos, comentó a The Associated Press que parece que el hackeo se trató de libertad de expresión. “No se trata de comprometer a un empresario para fines empresariales”, comentó. “No se trata de Amazon, sino de The Washington Post”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, manifestó que las acusaciones de hackeo eran “completamente ilegítimas”.
“No había información ahí que sea relevante. No había sustento, no había evidencia”, comentó a un reportero de la AP durante el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos, Suiza. “Fue pura conjetura, y si hay una evidencia real, estamos ansiosos por verla”.
Los expertos independientes, Agnes Callamard, relatora especial sobre ejecuciones sumarias y asesinatos extrajudiciales, y David Kaye, relator especial de libertad de expresión, fueron designados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Publicaron su comunicado luego de revisar el reporte realizado por la firma FTI Consulting, que fue contratada por el asesor de seguridad de Bezos para encargarse de la investigación. El reporte fue publicado en su totalidad exclusivamente por el sitio Motherboard de VICE el miércoles.
La investigación forense digital evaluó con un nivel de “confianza medio a alto” que el teléfono de Bezos fue infiltrado el 1 de mayo de 2018 a través del archivo de video enviado desde la cuenta del príncipe heredero de Arabia Saudí.
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Los periodistas de The Associated Press David Rising y Jon Gambrell en Dubái, Emiratos Árabes Unidos; Jamey Keaten en Davos, Suiza; Chris Den Hond en París, y Jonathan Lemire en Nueva York contribuyeron a este despacho.