Desde Argentina, Evo Morales sigue defendiendo su legado

Desde Argentina, Evo Morales sigue defendiendo su legado
El expresidente de Bolivia Evo Morales da una conferencia de prensa en Buenos Aires, Argentina, donde vive actualmente, el jueves 2 de enero de 2020. (AP Foto/Marcos Brindicci)

BUENOS AIRES (AP) — Desde Argentina, donde está refugiado, el expresidente boliviano Evo Morales destacó el miércoles los logros sociales de su gestión y se mostró convencido de que su partido regresará al poder. En paralelo, desde Bolivia, la presidenta interina Jeanine Áñez aplaudió la salida del líder indígena del país.

El exmandatario celebró el día de conmemoración del Estado Plurinacional de Bolivia, en el que hubiera cumplido 14 años en el gobierno, apuntando contra las autoridades que considera “responsables” de un “golpe de Estado” que conllevó su renuncia a la presidencia el 10 de noviembre y destacando las políticas implementadas durante su gestión que “lograron la redistribución de la riqueza”.

“Es un golpe al indio, a nuestro proceso de cambio, (realizado) por la derecha y el imperio norteamericano... hemos demostrado que sin el capitalismo, sin el Fondo Monetario Internacional, es posible tener una Bolivia digna y soberana”, afirmó por la tarde en un acto celebrado en un estadio deportivo colmado de miembros de la comunidad boliviana residente en Argentina.

Desde un escenario al que subió portando la bandera multicolor whipala, que representa a pueblos indígenas andinos, y una guirnalda de flores alrededor de su cuello, el exgobernante afirmó que el Movimiento Al Socialismo (MAS) triunfará en las elecciones del 3 de mayo.

“Vamos a ganar las elecciones para seguir con nuestro proceso de cambio”, dijo quien fuera el primer presidente indígena de Bolivia ante una multitud que le arengaba. El exministro boliviano de Economía, Luis Arce, al cual designó recientemente candidato a la presidencia de cara a los comicios, y otros antiguos colaboradores lo observaban y aplaudían desde la zona donde se situó el público.

Morales señaló que su movimiento político volverá al poder “no con balas como los racistas fascistas” sino con “el voto del pueblo boliviano, pacíficamente, es cuestión de tiempo”.

El expresidente destacó que durante su gestión “cerca de tres millones de bolivianos pasaron a la clase media” y Bolivia fue el primer país con mayor crecimiento en Sudamérica. “Estos resultados son gracias a la unidad. Si no hay división ni traición nunca puede volver el neoliberalismo, mucho depende de los movimientos sociales, de la unidad”, acotó.

También consideró que seguirá presente en la política de su país.

“Ahora que me provocaron, que no quieren que vuelva, voy a seguir haciendo política para derrotar a la derecha boliviana, no tengo miedo”, sostuvo el líder indígena, a quien las autoridades bolivianas acusan de varios delitos y han pedido su captura.

Morales eligió al excanciller de origen aymara David Choquehuanca aspirante a la vicepresidencia en la fórmula que integra junto a Arce. La decisión no fue bien recibida por organizaciones sociales bolivianas, que consideran que por ser de extracción indígena Choquehuanca debería haber encabezado el binomio electoral, y ello ahondó las divisiones internas en el MAS.

Al acto en el estadio deportivo también asistieron varios dirigentes sindicales y miembros de grupos de derechos humanos argentinos afines al gobierno del peronista Alberto Fernandez que consideran que Morales fue víctima de un golpe de Estado.

Previamente, el exgobernante se comunicó vía telefónica con partidarios que se concentraban en la ciudad boliviana de Cochabamba y les dijo que tiene esperanza en las elecciones del 3 de mayo. “Lamento mucho pasar, luego de 14 años de lucha, (y de una) revolución democrática popular… alejado de nuestra querida Bolivia”, dijo mientras la gente gritaba: “¡Evo, Evo!”.

Las fracturas en su bloque político volvieron a visibilizarse el miércoles. En El Alto, ciudad vecina a La Paz que usualmente le respalda, hubo una marcha en honor a las personas que murieron en noviembre tras la convulsión social generada por las cuestionadas elecciones de octubre, y le pidieron al expresidente que respete la decisión de que Choquehuanca sea el candidato oficial.

Por la mañana, en el Palacio de Gobierno de Bolivia y rodeada de todo sus ministros y el cuerpo diplomático, la presidenta interina Áñez brindó un informe en el que dijo que ahora su país es libre y ha recuperado la democracia. Indicó que ha cumplido con su misión de pacificar el país y llamar a elecciones luego de un acuerdo entre todas las fuerzas políticas, incluyendo la del expresidente, tras una convulsión postelectoral que dejó 35 muertes.

“El 12 de noviembre comienzo a escribir un nuevo capítulo en la historia boliviana, sin importar el origen, su credo, o su raza de nadie; no ha sido fácil, pero lo hemos logrado”, sostuvo la presidenta interina.

Añez también dijo que en los dos meses que lleva gobernando ha encontrado muchos casos de corrupción y enriquecimiento ilegal que atribuye a Morales.

“Voy a seguir en la lucha de pacificar el país... y no me temblará la mano para proteger los recursos”, apuntó.

Señaló que su lucha también está dirigida contra el narcotráfico y el terrorismo, ya que en un operativo militar que transcurrió en el Chapare, una zona donde están los cocaleros dirigidos por Morales, fueron encontradas 15 fábricas de cocaína. La policía aún no ha podido ingresar al lugar desde la renuncia del exgobernante.

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Paola Flores reportó desde La Paz.

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