En Liverpool, Man United observa un modelo a seguir
LONDRES (AP) — La visita a Anfield le despierta al Manchester United un mundo de ansiedad.
Liverpool es el club que marca las pautas que el United intenta emular, al tiempo que guarda pavor de que pase por el calvario de tres décadas que los Reds pasaron para encontrarse en este punto.
Cuando el United enfrente al campeón mundial y europeo el domingo, lo más que el entrenador del United Ole Gunnar Solskjaer puede aspirar es frentar una marcha inexorable al título, tan arrasadora que parece un hecho cantado cuando aún falta la mitad de temporada por disputar.
“Es un estadio que puede intimidar”, dijo Solskjaer el viernes.
Más cuando Liverpool mantiene una diferencia de 14 puntos sobre el Manchester City al tope de la Liga Premier - un sitial inusual para un equipo que no se consagra campeón doméstico desde 1990. Ese título extendió a 18 su récord de títulos en Inglaterra. Nadie esperaba en ese momento que Liverpool caería en la mediocridad.
Pero mientras que la dinastía de Liverpool se marchitaba, el United prosperó.
Una vez que el club puso fin a una sequía de 26 años sin títulos en 1993, Alex Ferguson fue amo y señor de la Liga Premier. Ferguson atrapó el título por 13ra ocasión antes de retirarse y dejó al United con un gran total de 20, superando la marca de Liverpool.
Pero el United no ha vuelto a ganar el título desde entonces, con apenas un subcampeonato. Liverpool, en cambio, es el equipo dominante bajo las riendas de Juergen Klopp.
Con Solskjaer como el cuarto entrenador de la era post Ferguson, el United se ubica 27 puntos detrás de Liverpool previo al clásico del domingo. Para el quinto de la tabla, la posibilidad de un 21 título inglés es remota.
La sequía es de siete años y va para más, pero lejos de los 30 sin nada de Liverpool.
“En eso estamos trabajando denodadamente para que no pase y que eso sirva de lección para nosotros”, dijo Solskjaer. “Han estado cerca unas cuantas veces y no podemos permitirnos otros 26 años sin ganar la liga y estoy seguro de que no nos pasará, porque creo en este club. Creo en este nuevo proyecto. Hemos empezado algo que tomará algo de tiempo, pero vamos a llegar.
Pero eso no se palpita aún dentro de un equipo que ha perdido seis de sus 22 partidos y que, carente de caudillos en el vestuario, ha tenido que designar a un futbolista que apenas lleva cinco meses en el club — Harry Maguire — como capitán ante la inminente salida de Ashley Young.
Solskjaer puede presumir que es el único técnico que le ha sacado puntos a Klopp esta temporada en la Premier al igualar 1-1 en Old Trafford en octubre. Pero Liverpool lleva 38 partidos sin perder, una racha que se remonta al pasado curso cuando quedó apenas un punto detrás del Manchester City en la pugna por el título.
Mientras que Liverpool ha atinado con sus fichajes bajo la gestión de su dueño estadounidense John Henry, la familia Glazer en el United ha gastado en carísimos jugadores que no han cumplido con las expectativas.
En vista de las adquisiciones del problemático volante Paul Pogba a la del taciturno delantero chileno Alexis Sánchez, el United evidencia la falta de un ejecutivo con buen olfato para fichar. Ed Woodward lleva siete años como subdirector ejecutivo y el exbanquero ha sido el blanco de los abucheos de la afición.
Liverpool, en cambio, tiene al director deportivo Mike Edwards como responsable de un proyecto ordenado. La venta de Philippe Coutinho hace dos años al Barcelona por 160 millones de euros (entonces 192 millones de dólares) suministró los fondos para reforzar el plantel — fichándose a al arquero brasileño Alisson y al central Virgil van Dijk — y transformar a Liverpool en un candidato al título nuevamente al tiempo que se coronaba campeón de Europa por sexta vez.
Klopp evocó el empate de octubre, expresando que se sorprendió por la falta de ambición del United al replegarse para defenderse.
“Es extraño cuando juegas contra un equipo de gran calidad que el United sigue teniendo, y juegan de esa manera”, señaló Klopp el viernes. “Eso complica las cosas... No digo que solo jueguen al contragolpe, pero esa es su prioridad”.