Líbano: 59 detenidos tras choques con manifestantes
BEIRUT (AP) — Las fuerzas de seguridad libanesas detuvieron a 59 personas, según dijo la policía el miércoles, tras altercados durante la noche en torno al banco central del país, donde los manifestantes expresaban su indignación contra la élite gobernante y el deterioro de la crisis financiera.
En los choques registrados durante horas el martes por la noche también resultaron heridos 47 policías, según las fuerzas de seguridad. Algunos manifestantes rompieron los cristales en oficinas de bancos privados en el distrito comercial de Beirut.
Los manifestantes habían marchado antes delante del banco central en el bullicioso vecindario de Hamra, coreando lemas contra el gobernador del banco y políticas que, afirmaron, solo empeoraron las penurias económicas del país.
La marcha se tornó violenta cuando los manifestantes intentaron abrirse paso entre los agentes de seguridad desplegados ante el banco. En unas cinco horas de batallas callejeras, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos a los manifestantes, que respondieron con piedras y petardos.
Algunos inconformes armados con barras y palos reventaron los cristales de oficina bancarias y de cambio de divisas en la zona. Los choques pusieron fin a un periodo de calma en las protestas, que comenzaron hace tres meses.
Líbano afronta su peor situación económica en décadas. Es uno de los países más endeudados del mundo e importa casi todos sus productos básicos, pero las fuentes de divisas se han agotado. La moneda local ha perdido en torno a un 60% de su valor, cayendo por primera vez en casi tres décadas desde el cambio fijo de 1.507 libras libanesas ante el dólar, a 2.400 en apenas las últimas semanas.
Entre tanto, los bancos han impuestos controles informales de capital y limitado la retirada de dólares y las transferencias extranjeras en el país.
En tres meses de protesta, esta fue la primera vez que el centro comercial de Beirut se convirtió en el escenario de los choques. La zona, que también acoge teatros y restaurantes, quedó desierta salvo por los manifestantes, la policía y el gas lacrimógeno.
El tráfico se reanudó el miércoles, y tiendas y bancos reabrieron mientras se recogían los cristales rotos en el suelo.
El primer ministro saliente, Saad Hariri, que renunció poco después de que comenzaran las marchas a mediados de octubre, dijo que la violencia en Hamra era “inaceptable” y una agresión al corazón de la capital. Pidió una investigación. El pasado diciembre se designó a un nuevo primer ministro, que aún no ha logrado formar un gobierno.