Crítican a Evo Morales por convocar a milicias populares
LA PAZ (AP) — La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, y funcionarios de su gobierno condenaron el lunes las declaraciones del exmandatario Evo Morales, quien desde su refugio en Argentina dijo que convocará a milicias populares como las de Venezuela si retorna a su país.
El ministro de Justicia, Álvaro Coímbra, afirmó que las declaraciones son prueba de sedición y terrorismo, por lo que presentarán una nueva denuncia. Hay otra que pesa sobre Morales y fue interpuesta por el Ministerio de Gobierno.
Poco antes, Áñez escribió en su cuenta de Twitter que "las declaraciones de Morales sólo demuestran que la paz, la reconciliación y la democracia nunca fueron opciones para él”. Agregó que “ante la intención de sembrar terror y violencia sólo encontrarán al pueblo boliviano unido. Y frente a las amenazas, nuestra más profunda vocación democrática".
Morales pidió el domingo a sus simpatizantes emular el modelo venezolano y organizar milicias armadas del pueblo en caso de que pueda volver a su país, según un audio difundido por la radio Kawsachun Coca de los cocaleros de la localidad del Chapare, en el departamento central de Cochabamba, de los que Morales es líder.
“Nosotros condenamos las declaraciones de Morales. El pueblo no quiere enfrentamientos entre bolivianos sino más bien buscar una salida democrática e ir a las urnas este 3 de mayo”, agregó el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, en una conferencia de prensa el lunes.
Por su parte, la canciller Karen Longaric pidió por Twitter a la comunidad internacional “repudiar esta amenaza y a quien la hizo".
La ola de críticas también incluyó a integrantes de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS). La presidenta de Senado, Eva Copa, expresó que no son adecuadas. “No creo que la violencia se solucione con violencia”, agregó.
En tanto, su colega el senador Omar Aguilar le pidió al exmandatario tener mayor cuidado con sus declaraciones.
El 10 de noviembre Morales renunció en medio de una crisis política y social ocasionada por irregularidades en el conteo de los comicios del 20 de octubre, de los que se había declarado ganador, y tras perder el respaldo de las fuerzas armadas y la policía. Poco después la senadora Áñez se declaró presidenta por sucesión ante un vacío de poder.
El exgobernante primero se fue asilado a México y posteriormente obtuvo refugio político en Argentina, desde donde funge como jefe de campaña de su partido.
Morales tiene una denuncia por sedición y terrorismo interpuesta por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo. La acusación se deriva del descubrimiento de un audio y video en el que presuntamente se escucha a Morales hablando con un dirigente cocalero sobre cercar las ciudades hasta dejarlas sin comida.
Desde su renuncia, nueve de sus exfuncionarios, entre ellos cinco exministros, están asilados en la residencia de México en La Paz. El gobierno de Áñez no les ha otorgado un salvoconducto, ya que considera que tienen cuentas pendientes con la justicia.
El viernes la bancada del MAS en la Asamblea Legislativa, que suma dos tercios, aprobó una ley de inmunidad que protege a líderes políticos tras considerar que hay persecución a sus dirigentes.
El exministro de Gobierno de Morales, Carlos Romero, está internado en una clínica por depresión, deshidratación y estrés luego de que un grupo de vecinos descubrieran donde se encontraba y realizaran una vigilia.
Romero se declaró un “perseguido político” y está citado por el Ministerio Público para declarar sobre varios casos de corrupción durante su gestión.