Cámara británica vota sobre Brexit; UE advierte dificultades
LONDRES (AP) — Gran Bretaña se dispone a superar en las próximas horas un hito importante en el camino al Brexit, al sancionar la Cámara de los Comunes el proyecto de ley que autoriza al país a salir de la Unión Europea.
La amplia mayoría obtenida por el partido Conservador del primer ministro Boris Johnson en la elección del mes pasado significa que la sanción es segura a pesar de la oposición de partidos menores. Luego de la aprobación por la Cámara de los Lores, el proyecto será ley a tiempo para que el Reino Unido salga de la UE en la fecha prevista del 31 de enero. Será la primera nación que sale del bloque, que actualmente tiene 28 miembros.
Será una gran victoria para Johnson. Antes de la elección del 12 de diciembre, la legislatura rechazó reiterados intentos de Johnson y su predecesora Theresa May de obtener respaldo para sus planes de Brexit.
Pero a pesar de la promesa de Johnson de “consumar el Brexit” el 31 de enero, la salida será apenas la primera etapa. A continuación, Londres y Bruselas iniciarán negociaciones sobre su futura relación.
“Salir de la UE no significa que hemos consumado el Brexit”, dijo Paul Blomfield, vocero sobre Brexit del opositor Partido Laborista. “Habremos consumado el primer paso, la salida, pero la etapa difícil aún no comienza”.
Altos funcionarios del bloque dicen que será difícil llegar a un nuevo acuerdo.
El negociador jefe del bloque, Michel Barnier, insistió en que las normas sobre ayudas del estado en cualquier acuerdo comercial futuro serían más estrictas que en los tratados con países como Japón o Canadá, debido simplemente a la cercanía física del país.
“Si Gran Bretaña quiere un canal abierto con nosotros para los productos -cero aranceles, cero cuotas- tenemos que tener cuidado de que también haya cero dumping”, dijo Barnier en una conferencia en Estocolmo.
“Confío en que todo el mundo comprenda correctamente este punto. Pediremos ciertas condiciones necesarias sobre la política de ayudas estatales en Gran Bretaña”, dijo Barnier, añadiendo que de lo contrario, el acceso al lucrativo mercado europeo se vería limitado.
La UE ha insistido en la necesidad de establecer un terreno de juego equilibrado en las inminentes negociaciones comerciales, lo que implicaría que el acceso se vería férreamente unido a compromisos de prestaciones sociales y protección medioambiental, entre otros. Barnier insistió el jueves en la necesidad también de que se limiten las ayudas del estado.
Como estado miembro, Gran Bretaña estaba sujeta a estrictas normas sobre las ayudas estatales, aplicadas por la poderosa Comisión Europea para impedir la competencia desleal entre miembros del bloque en el gran mercado único. En principio, los terceros países no se ven sujetos a esas limitaciones.
Gran Bretaña decidió marcharse de la UE el 31 de enero, debido en parte a que no quiere verse sujeta a las normas europeas, que percibe como una intromisión en su soberanía. Sin embargo, negociar un acuerdo comercial también implicará muchos compromisos en materia normativa.
Barnier también insistió en que el objetivo británico de tener un acuerdo de libre comercio a final de año era poco realista.
“No podemos contar con estar de acuerdo en todos los aspectos de esta nueva relación”, dijo Barnier, añadiendo que “estamos dispuestos a hacer todo lo que podamos en esos 11 meses”.
La nueva relación entre la UE y Gran Bretaña se negociará durante un periodo de transición que termina el 31 de diciembre. Un acuerdo total de comercio abarcaría desde pesca a las aerolíneas o los medicamentos, pero la UE insiste en que resolver todos esos temas en un año es imposible.
El primer ministro Johnson insiste en que no aceptará más demoras, una promesa que ha alarmado al sector empresarial, que teme que eso suponga que el país afronte un Brexit sin acuerdo a principios de 2021.