EEUU: Cadena perpetua a hombre que mató a agente fronterizo
TUCSON, Arizona, EE.UU. (AP) — Un hombre condenado por matar a un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos hace nueve años, en un caso que expuso el fallido operativo federal conocido como “Rápido y Furioso”, fue sentenciado el miércoles a cadena perpetua.
El juez federal David C. Bury sentenció a Heraclio Osorio Arellanes a cadena perpetua obligatoria tras las emotivas comparecencias de las hermanas de Brian Terry, el agente que murió baleado cuando cumplía su deber en una misión en Arizona el 14 de diciembre de 2010.
Osorio Arellanes es uno de los siete acusados en el homicidio de Terry. El año pasado fue declarado culpable de homicidio en primer grado y otros cargos después de ser extraditado por México en 2018.
La muerte de Terry expuso el operativo “Rápido y Furioso” en el que agentes federales permitieron que criminales compraran armas de fuego con la intención de rastrearlas cuando llegaran a organizaciones delictivas. Sin embargo, el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF por sus siglas en inglés) perdió el rastro a la mayoría de las armas, entre ellas dos que fueron encontradas en el lugar donde murió Terry.
El gobierno de Barack Obama fue muy criticado por la operación. El Congreso declaró en desacato al ex secretario de Justicia, Eric Holder, por rehusarse a entregar documentos relacionados con Rápido y Furioso.
La familia de Terry ha viajado de Michigan a Tucson para asistir a las diversas audiencias de los casos relacionados con su muerte. El miércoles, sus dos hermanas hablaron entre lágrimas sobre la vida sin su hermano menor. Terry “era un hombre muy dedicado a preservar la seguridad de nuestro país”, dijo su hermana, Kelly Willis. Él iluminaba cada habitación en la que entraba y tenía una bella sonrisa, agregó.
“Uno puede pensar que el tiempo alivia la pena, pero no es así”, afirmó.
Terry, de 40 años y ex infante de Marina, formaba parte de un equipo de cuatro agentes de la Patrulla Fronteriza cuya misión en el desierto de Arizona era buscar a pandillas que roban a narcotraficantes.
Los sujetos se negaron a detenerse y un agente les disparó con armas no letales. Los delincuentes respondieron disparando con fusiles de asalto tipo AK-47. Terry fue herido en la espalda y murió poco después.
Osorio Arellanes fue quien disparó aquella noche. Pero afirma que no tuvo un juicio justo y su abogado dice que su defendido es una persona inculta y no comprende los procedimientos.
“Siento que mis derechos también están siendo violados”, declaró el miércoles Osorio Arellanes.
“Creo que usted sabe qué cosa es la ley de Estados Unidos, pero se niega a aceptarla”, afirmó el juez. “En Estados Unidos si usted le quita la vida a un ser humano cuando está cometiendo otro delito grave, por ley esto es asesinato en nuestro país”.
Cinco de los siete hombres acusados en la muerte de Terry purgan prisión después de declararse culpables o ser declarados culpables. Sólo uno, Jesús Rosario Favela Astorga, no ha sido extraditado ni enjuiciado tras su arresto en octubre de 2017.
El jefe del sector de Tucson, Roy Villareal, que asistió con otros 20 agentes a la audiencia, dijo en un comunicado que la sentencia los acercaba un paso hacia la justicia.
“La sentencia aproxima un final a un trance doloroso y sirve para recordar los graves peligros que nuestros agentes enfrentan en su compromiso desinteresado con la seguridad de sus comunidades y el país”, declaró Villareal.