Protestas pacíficas de palestinos tropiezan con barreras
RAMALA, Cisjordania (AP) — Abdullah Abu Rahma fue detenido por soldados israelíes ocho veces en los últimos 15 años, pasó semanas, si no meses, detrás de las rejas y tuvo que pagar miles de dólares en multas por organizar manifestaciones.
Muchos palestinos como él están protestando de forma pacífica el gobierno militar israelí y la expansión de los asentamientos judíos, y cada vez tropiezan con más obstáculos para manifestarse de esa manera.
Israel dice que los palestinos deberían plantear sus quejas en conversaciones de paz. Las negociaciones, sin embargo, fueron interrumpidas hace más de una década y las actuales posturas del gobierno israelí son rechazadas por los palestinos y por la mayoría de la comunidad internacional.
Más de 50 años después de ocupar la Margen Occidental del río Jordán, Israel niega sistemáticamente los derechos civiles de los palestinos, incluidos el derecho a reunión, según dijo Human Rights Watch en un informe difundido el mes pasado. Israel intensificó asimismo su campaña contra un boicot internacional encabezado por los palestinos y Estados Unidos y otras naciones sancionaron leyes para dejarlo sin efecto.
Israel también adopta una línea dura contra los esfuerzos palestinos por llevar sus quejas a la Corte Penal Internacional.
Omar Shakir, director de la sección de Israel y Palestina de Human Rights Watch, dijo que los israelíes “decidieron que la oposición palestina a la discriminación sistemática que enfrentan es ilegal”. El propio Shakir fue deportado por Israel en noviembre por su supuesto apoyo al movimiento a favor del boicot.
Si termina suprimiendo toda forma de protesta pacífica, dice Shakir, Israel “no les dejará a los palestinos otra opción que la sumisión a un régimen de represión sistemática o la violencia”.
Por décadas, los palestinos fueron tildados de terroristas por su lucha armada contra Israel, que incluyó atentados suicidas y otros ataques a civiles. Mucha gente se pregunta por qué nunca surgió un “Mahatma Gandhi palestino”
Un candidato a ese título bien podría ser Abu Rahma, quien por años ha organizado manifestaciones semanales en las afueras del poblado de Bilin, en la Margen Occidental, para protestar la construcción de un muro.
Con frecuencia jóvenes palestinos les tiran piedras a las fuerzas de seguridad israelíes, que responden con gases lacrimógenos y balas de goma. Abu Rahma asegura que jamás tiró una piedra y que le pide a los demás que no lo hagan.
Eso no impide que sea arrestado.
Ha sido acusado de ingresar a una zona militar prohibida --una tierra en las afueras del pueblo-- y de obstaculizar el trabajo de los soldados que construían el muro.
“Yo no voy hacia ellos, ellos vienen hacia nosotros”, dijo Abu Rahma.
En el 2009 fue acusado de almacenar armas porque recogía cartuchos de gas lacrimógeno disparado por soldados israelíes y los exhibía. Posteriormente estuvo 16 meses presos luego de que un tribunal militar lo hallase culpable incitar y participar en protestas no autorizadas.
“Ha habido muchas acusaciones de este tipo, pero jamás me acusaron de golpear a un soldado o de tirar una piedra”, declaró Abu Rahma a la Associated Press.
Issa Amro, otro prominente activista que organiza protestas contra los asentamientos israelíes en Hebron, en la Margen Occidental, enfrenta 16 cargos, incluido el de llamar a la desobediencia civil y dificultar la vida de los colonos israelíes.
Dice que muchas veces ha sido agredido por colonos israelíes.
“Los soldados nunca hicieron nada para impedir esos ataques, pero me arrestan caca vez que un colono me agrede y dicen que yo lo agredí a él”, manifestó. Por ser palestino, debe acatar las leyes militares israelíes, mientras que los colonos judíos tienen todos los derechos de los ciudadanos israelíes.
“Las autoridades israelíes prohíben toda forma de expresión en los territorios palestinos”, dijo Amro. “Quieren que aceptemos la ocupación, la discriminación, la toma de tierras, las restricciones... y no nos manifestemos en contra de todo esto”.
Human Rights Watch dijo que Israel se sigue manejando con órdenes militares que a veces datan de 1967, cuando tomó la Margen Occidental, el sector oriental de Jerusalén y Gaza, territorios que los palestinos quieren para su futuro estado.
“Después de 52 años, las restricciones de los derechos básicos de los palestinos ya no pueden ser justificadas como exigencias de la ocupación militar”, dijo Shakir. “Los palestinos tienen derecho como mínimo a los mismos derechos que Israel garantiza a sus ciudadanos”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dijo que los palestinos solo quieren “atacar a Israel en el ámbito internacional” en lugar de tratar de poner fin al conflicto mediante negociaciones.
Las autoridades palestinas también reprimen las manifestaciones pacíficas tanto en Cisjordania como en Gaza.