EEUU debe retirar sus fuerzas de Irak, dice primer ministro
BAGDAD (AP) — Estados Unidos no tiene alternativa y debe retirar sus fuerzas de Irak o enfrentar una crisis inminente, aseveró el martes el primer ministro saliente, mientras que los restos de un comandante paramilitar iraquí asesinado por Washington con un dron fueron traídos al país desde Irán.
Adel Abdul-Mahdi, que renunció en noviembre cuando se efectuaban grandes protestas antigubernamentales, dijo que Irak desea la salida de los efectivos estadounidenses para evitar que la situación empeore ante el aumento de las tensiones entre la Casa Blanca y Teherán.
El primer ministro hizo sus comentarios días después de que Estados Unidos asesinara con un ataque aéreo al general Qasem Soleimani, el más importante en Irán, luego de su llegada al aeropuerto internacional de Bagdad. Abu Mahdi al-Muhandis, el principal comandante iraquí de un grupo paramilitar apoyado por Teherán, también fue asesinado en el ataque del viernes. Sus restos fueron traídos a Irak desde Irán para sepultarlos en la ciudad sureña sagrada de Nayaf.
Miles de dolientes participaron en una procesión desde la frontera mientras coreaban “Estados Unidos es el gran Satán”.
“No tenemos más salida que ésta, de lo contrario estamos avanzando con rapidez hacia la confrontación”, declaró Abdul-Mahdi en un mensaje televisivo pregrabado después de la reunión semanal del gabinete.
Señaló que esta “decisión histórica” es necesaria, “de lo contrario no nos tomarán en serio”.
La presencia de los efectivos estadounidenses en Irak obedece a una petición del gobierno en 2014, cuando el grupo Estado Islámico controlaba amplias franjas del país. Sin embargo, ahora que el EI se encuentra derrotado en su mayor parte, la misión ha devenido en una guerra entre aliados de Estados Unidos e Irán.
Irak apenas comenzaba a recuperarse de los cuatro años de devastadora guerra contra el EI cuando estallaron en octubre protestas multitudinarias contra la élite gobernante del país, debido a las cuales Abdul-Mahdi presentó su renuncia dos meses después, aunque ha continuado en el cargo.
Sobre la lucha contra los extremistas del Estado Islámico, señaló: “Irak cumplió su parte en pelear en la guerra, y considero que cualquier daño causado a Irak perjudicará a todos los estados de la región y al mundo entero”.