Oficina de ONU en México critica al gobierno por Tren Maya
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos criticó el jueves la forma en que el gobierno ha manejado las consultas con comunidades indígenas sobre el proyecto Tren Maya en el sureste del país.
La agencia, que señaló que sus observadores asistieron a varias asambleas regionales a fines de noviembre y principios de diciembre, elogió a México por su intento de respetar y proteger los derechos de los indígenas y por el hecho de que las consultas se realizaron antes de que se ejecute el proyecto.
Sin embargo, días después de llevarse a cabo un referendo sobre el proyecto multimillonario _que según el presidente Andrés Manuel López Obrador brindó un respaldo abrumador a la propuesta_, la oficina de la ONU encontró que las consultas tuvieron errores y que el proceso “no ha cumplido con todos los estándares internacionales de derechos humanos en la materia”.
La oficina señaló que, durante las asambleas, los observadores se dieron cuenta que sólo se mencionaron los posibles beneficios del proyecto y no los “impactos negativos” que podría ocasionar. Varias veces, dijo, los participantes preguntaron sobre esos posibles impactos y no recibieron una respuesta clara ni completa.
“La ausencia de estudios sobre los impactos o la falta de difusión de los mismos, dificulta que las personas puedan definir su posición frente al proyecto de manera plenamente informada”, puntualizó la oficina en un comunicado. “No obstante esta circunstancia, desde las autoridades se avanzó a la etapa consultiva del proceso”.
Un portavoz del gobierno de López Obrador no respondió a un mensaje para solicitarle sus comentarios sobre los hallazgos de la ONU. El presidente ha promovido al Tren Maya _que fue una promesa central durante su campaña presidencial de 2018_, considerándolo un enorme esfuerzo para reanimar a algunas de las comunidades más pobres del país.
El tren recorrería unos 1.525 kilómetros (950 millas) alrededor de la península de Yucatán y hacia el estado sureño de Chiapas, pasando por ciudades y destinos turísticos de playa, al igual que por selvas y antiguas ruinas mayas. Sin embargo, el proyecto no está exento de inquietudes ambientales y de desarrollo.
La oficina de la ONU también destacó otros problemas con las consultas: algunos miembros de las comunidades expresaron su apoyo al tren con la esperanza de que les brinde beneficios como empleos, viviendas o educación, pese a que las autoridades les aseguraron que los derechos económicos, sociales y culturales no estaban condicionados a ese respaldo.
La metodología del proceso de consulta no se discutió con las comunidades involucradas, añadió, lo que significa que las autoridades decidieron por su cuenta a quién preguntarle, cuándo hacerlo y en dónde. La oficina señaló que la duración de las consultas fue muy breve, las traducciones a idiomas indígenas fueron inadecuadas _cuando hubo tales_ y que muchas personas no pudieron costear el viaje para asistir.
La mayoría de aquellos que participaron eran personas con cargos en la autoridad local, dijo la oficina, y hubo una notable falta de mujeres indígenas involucradas en algunos sitios pese a las labores para garantizar su inclusión.
“Los estándares internacionales de derechos humanos establecen que la consulta y el consentimiento de los pueblos y comunidades indígenas debe ser previo, libre, informado y culturalmente adecuado”, escribió la oficina.
Elogió al gobierno por comprometerse a llevar a cabo consultas adicionales cuando los estudios sobre el impacto ambiental estén listos, y exhortó a las autoridades a realizar mejoras con un enfoque en los derechos humanos, considerándolas “una oportunidad para asegurar una participación más amplia y culturalmente adecuada de todas las comunidades que puedan verse afectadas”.
Celebró también la participación de representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos del gobierno, de comisiones estatales y misiones civiles, al igual que de observadores.
Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) _una institución que planea y desarrolla proyectos de turismo y que esta encargada de la construcción del tren_, indicó el lunes que los contratos serían puestos a licitación a principios de enero, y dijo esperar que la construcción empiece a fines de marzo o principios de abril.