Victoria de Johnson no calma a sector de servicios británico
LONDON (AP) — La abrumadora victoria del primer ministro Boris Johnson en las elecciones de la semana pasada no hizo mucho por aliviar las aprensiones del que supo ser el sector de servicios financieros más grande del mundo, que fue vapuleado por Brexit durante más de tres años.
El triunfo de Johnson acabará con la incertidumbre política ya que prácticamente garantiza que Gran Bretaña se saldrá de la Unión Europea el 31 de enero, en que comenzarán negociaciones sobre un acuerdo comercial con el bloque.
El sector financiero quiere garantías de que sus servicios no perderán el acceso irrestricto que tenían a los mercados europeos, que sustentó el crecimiento británico durante más de cuatro décadas.
“Los servicios son un pilar de la economía del Reino Unido y vitales para su crecimiento”, afirmó Catherine McGuinness, directora de políticas de la City of London Corp., la histórica base del sector de servicios financieros británico. “Los políticos de todos los sectores deberían reconocer que los servicios financieros y profesionales hacen aportes importantes, empleando 2,3 millones de personas en todo el país, dos tercios de ellas afuera de Londres”.
El sector financiero del Reino Unido --que se remonta a la época en que los inversionistas financiaron el imperio británico y aseguraron sus barcos-- floreció como puerta de entrada a Europa para empresas de todo el mundo. Eso ayudó a convertir a Londres en el principal centro financiero mundial, antes de que el revuelo en torno a Brexit anulase muchas de sus ventajas.
Nueva York relegó a Londres al tope de la lista de centros financieros, de acuerdo con la clasificación de Z/N, un grupo de estudios de Londres, y el China Development Group.
En lugar de esperar por el resultado de las negociaciones, empresas que van desde Goldman Sachs hasta la aseguradora británica Aviva han dicho que trasladarán sus operaciones a otras ciudades de la UE.
Al menos 332 firmas trasladaron sus operaciones o abrieron oficinas nuevas en la UE en respuesta al Brexit, según un estudio de New Financial, grupo de estudios de Londres.
“Los servicios financieros se resignaron a sobrellevar una dura salida de la UE por parte de Gran Bretaña”, dijo Jonathan Portes, de un grupo de estudios del King’s College de Londres. “Lo que veremos ahora es que Londres va perdiendo lentamente prominencia como centro dominante de las finanzas”.
Por ahora, el acuerdo para la salida de Gran Bretaña de la UE abarca solo temas como las obligaciones financieras del Reino Unido y los derechos de la ciudadanía. Las futuras relaciones entre Gran Bretaña y la UE, incluido un posible acuerdo de comercio libre, serán el tema de una segunda ronda de negociaciones que el gobierno espera culminen a fines del año que viene.
La CityUK, que representa el sector financiero, dice que hasta ahora las conversaciones se enfocaron mayormente en el intercambio de bienes, ignorando el sector de servicios, que representa el 80% de la economía británica.
“Hay que rectificar esto, hacer consultas y enfocar los esfuerzos en cómo se puede mantener y reforzar el liderazgo británico en el sector de servicios”, expresó Miles Celic, director de la City.
Los servicios financieros representaron el 6,9% de la economía británica y generaron 38.600 millones de dólares en impuestos en el año fiscal de 2017-18. Servicios profesionales como los de contabilidad y asesoría legal llevaron el aporte de ese sector al 10% del PIB.
La UE ya rechazó la participación de los británicos en un sistema que permite a las firmas financieras que tienen negocios con algún país de la UE hacer negocios con cualquiera de las restantes 27 naciones del bloque y con Islandia, Noruega y Liechtenstein.
Los británicos y la UE tienen que negociar ahora accesos limitados a sectores específicos si las regulaciones de ambos bloques coinciden. Esos acuerdos son complejos y pueden ser descartados por cualquiera de los dos bandos.
“Además, no van a ser negociados de apuro”, afirmó Vicky Pryce, principal asesora económica del Centro para la Investigación Económica y de Negocios de Londres.
Johnson dice que no pedirá una extensión del actual acuerdo, dejando abierta la posibilidad de que Gran Bretaña se aparte definitivamente la UE sin un pacto comercial dentro de un año. Los economistas dicen que esto podría tener serias consecuencias en el empleo y las inversiones.
“Hay que recordar que Brexit puede tener un acuerdo legal para el 31 de enero, pero eso no resuelve la partida de la UE desde un punto de vista económico”, dijo Portes. “El empresariado británico tiene que hacerse a la idea de que continuará la incertidumbre”.