En desafío a ley federal, Puerto Rico avala peleas de gallos
SAN JUAN (AP) — Puerto Rico desafió el miércoles al gobierno de Estados Unidos al adoptar una ley para mantener vivas las peleas de gallos, buscando proteger una tradición de 400 años de antigüedad en la isla a pesar de una prohibición federal que entrará en vigor esta semana.
Quienes participan en el negocio de las peleas de gallos se regocijaron cautelosamente en medio de temores de que el territorio de Estados unidos no lograra eludir una ley federal que el presidente Donald Trump promulgó hace un año.
“Ciertamente estaríamos retando una ley federal. Sabemos lo que eso implica”, dijo el representante Gabriel Rodríguez Aguiló, coautor de la propuesta de ley, en declaraciones a The Associated Press el martes a última hora antes de que se hiciera público el anuncio.
Rodríguez dijo esperar que la querella termine en un tribunal federal.
Al correrse la voz, quienes forman parte de la industria de las peleas de gallos elogiaron la noticia. Incluso algunos se reunieron con la gobernadora Wanda Vázquez, quien anunció el lunes que planea presentarse a las elecciones generales de la isla en 2020.
“¡Va a haber trabajo!”, exclamó Domingo Ruiz, propietario de más de 30 gallos y con más de medio siglo en el negocio. “Vamos a echar la lucha pa’delante”.
Las peleas de gallos generan unos 18 millones de dólares al año y emplean a unas 27.000 personas, según la propuesta de ley aprobada en la Cámara de Representantes y el Senado de Puerto Rico.
Los legisladores de la isla se molestaron con la decisión de Trump, señalando en su proyecto de ley que las peleas de gallos y las apuestas en ellas han sido parte de la cultura y el folclor de la isla desde su introducción a Puerto Rico en el siglo XVII.
La isla tiene 71 inmuebles para peleas de gallos en 45 municipios con permisos otorgados por el Departamento de Recreación y Deportes de Puerto Rico, dijo la secretaria Adriana Sánchez. Agregó que defendía la tradición de la pelea de gallos y que el gobierno de Estados Unidos las prohibió por motivos económicos, no por el bienestar animal.
“Su instinto es pelear”, dijo de las personas en el negocio. “La gente que se dedica los atiende y los entrena”.
Los defensores de derechos animales han presionado desde hace mucho para que acaben las peleas de gallos en los territorios de Estados Unidos, argumentado que son crueles e ilegales en los 50 estados de Estados Unidos.
Wayne Pacelle, fundador del organismo Animal Wellness Action, con sede en Washington, dijo que no cree en las estadísticas puertorriqueñas de peleas de gallos.
“Están exagerando mucho el valor económico”, señaló. “Ver a animales acuchillearse entre ellos sólo para entretenimiento humano y apuestas no está declarado como una empresa legítima por la gente común”.
La medida dice que es legal que Puerto Rico organice peleas de gallo siempre y cuando la gente no exporte o importe los gallos, ni los bienes o servicios relacionados con las peleas. Lo último violaría la ley federal, según cómo los funcionarios puertorriqueños la interpretan.
“Habrá que ver si ese es el entendimiento que tienen las autoridades federales”, dijo el representante Luis Vega Ramos.
Vega intentó infructuosamente modificar la medida para agregar la autorización de que funcionarios locales no cooperaran con agentes federales en el procesamiento de personas por peleas de gallos. Sin embargo, varios municipios, incluida la capital San Juan, han autorizado que la policía municipal no tome medidas contra las peleas de gallos.