Colombia: Exhuman a víctimas de “falsos positivos”
BOGOTÁ (AP) — Un grupo de investigadores en Colombia inició la exhumación de restos en un cementerio donde se cree fueron sepultadas al menos 50 víctimas de un famoso escándalo protagonizado por militares, informaron las autoridades el sábado.
El Tribunal Especial para la Paz anunció que los forenses han retirado hasta ahora los restos de siete hombres que se cree fueron asesinados por soldados y enterrados en el cementerio católico Las Mercedes de Dabeiba, en Antioquia.
Las exhumaciones son las primeras de gran escala efectuadas por el Tribunal Especial para la Paz, creado mediante el histórico acuerdo que puso fin en Colombia a poco más de cinco décadas de conflicto entre una guerrilla izquierdista, el Estado y grupos paramilitares.
Los sepultados en el lugar corresponden al escándalo de los “falsos positivos” en el que soldados mataban a civiles y los vestían como guerrilleros para recibir dinero extra, vacaciones y otros beneficios. Las fuerzas militares de Colombia han sido acusadas de haber cometido hasta 5.000 ejecuciones extrajudiciales en el punto más álgido del conflicto del país a mediados de la década de 2000.
Los investigadores que actúan con base en información obtenida de los soldados comenzaron las exhumaciones a principios de diciembre y prevén encontrar los restos de por lo menos 50 personas, en su mayoría hombres jóvenes y pobres de una provincia en el noroeste de Colombia que registraba altos niveles de violencia.
“Estos hechos nunca habían sido investigados por la justicia ordinaria”, dijo el Tribunal Especial para la paz en un comunicado.
La pesquisa forma parte del “Caso 3” del tribunal, en que 160 funcionarios militares han ofrecido testimonios relacionado con los “falsos positivos”. Aunque soldados de bajo rango han sido encarcelados en años recientes, ningún comandante de alto rango ha rendido cuentas por esas ejecuciones y muchas familias continúan exigiendo justicia.
Human Rights Watch ha criticado al presidente Iván Duque por nombrar al general Nicacio Martínez Espinel comandante del jefe del ejército de Colombia. Según HRW, Martínez Espinel era el segundo al mando de la 10ma Brigada en los años en que se cometieron 23 ejecuciones ilegales que ahora son investigadas por los fiscales.
HRW reveló que Martínez Espinel, entonces coronel, autorizó los pagos a un informante que ayudó a lograr “excelentes resultados” en una supuesta operación de combate en la que un civil indígena y una menor de 13 años fueron asesinados.
Las exhumaciones en el cementerio católico de Las Mercedes de Dabeiba se efectúan para corroborar la nueva información facilitada por los soldados, identificar los cuerpos y dar respuesta a las familias afectadas.
Según el periódico colombiano El Espectador, los soldados que se cree estuvieron implicados en los crímenes acudieron con los investigadores al cementerio y colocaron banderas verdes en el suelo donde las víctimas fueron sepultadas.
Los soldados describieron que las víctimas eran secuestradas, asesinadas a tiros, vestidas con prendas negras y se les colocaba pólvora en las manos.
Las víctimas eran registradas como “muertos en combate”.
La hermana de una de las víctimas, contactada recientemente por las autoridades, dijo al periódico que su padre fue al cementerio para buscar al hermano de ella, desaparecido en 1997. Aunque el padre señaló que uno de los cadáveres era el de su hijo, el trabajador del cementerio rehusó entregarle el cuerpo por temor a ser asesinado.
La familia presentó una queja, pero hasta la fecha no ha obtenido respuesta.
“Mis padres no dejan de preguntar por él”, afirmó ella. “Ésta es la última esperanza”.