Análisis de EEUU pronosticó más caídas del Boeing 737 Max
Después de la primera caída de un avión Boeing 737 Max el año pasado, la autoridad estadounidense de seguridad en aviación civil calculó que habría otras 15 caídas del Max en las décadas siguientes si Boeing no reparaba un sistema automático crucial de control de vuelo.
Sin embargo, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) no ordenó que el avión dejara de volar sino tras una segunda caída cinco meses más tarde.
El análisis salió a la luz el miércoles durante una audiencia de la Comisión de Transportes de la cámara baja del Congreso, que investiga la supervisión de Boeing y el Max por parte de la FAA.
“La FAA dejó librada al azar la seguridad del público viajero y permitió que el Max siguiera volando antes que Boeing reformara su software MCAS”, dijo el presidente de la comisión, el demócrata Peter DeFazio.
El cálculo de la FAA abarcaba la vida útil del Max y daba por supuesto que la flota aumentaría a 4.800 aviones. Había menos de 400 en operación antes de que se los prohibiera en marzo, tras la segunda caída.
El titular de la FAA, Stephen Dickson, dijo que el organismo controla el proceso de aprobación del regreso a operaciones del avión y no delega en absoluto esa autoridad a Boeing.
Dickson defendió la trayectoria de la aviación estadounidense en materia de seguridad, aunque sostuvo que “lo que hicimos en el pasado y lo que hacemos ahora no será suficiente en el futuro”.
Un gerente de producción retirado de Boeing dijo a los legisladores que las condiciones en la fábrica del Boeing 737 en Renton, Washington, donde se construyeron los dos aviones caídos, eran “alarmantes”.
El gerente, Edward Pierson, dijo que la línea de montaje estaba muy retrasada en el cumplimiento de los planes a mediados de 2018 debido a una sucesión de problemas que comenzó con la entrega demorada de partes cruciales. Pero Boeing siguió adelante con su plan de elevar la producción de 47 a 52 aviones por mes.
“En junio de 2018 yo tenía la grave preocupación de que Boeing daba prioridad a la velocidad de la producción por encima de la calidad y la seguridad”, dijo Pierson. “Vi una fábrica en estado de caos e informé de mis preocupaciones sobre la calidad de la producción a altos directivos de Boeing antes de la primera caída” y nuevamente antes de la segunda.
No se tomaron medidas y los directivos no mencionaron los problemas en los reportes financieros, añadió.