Vislumbran acuerdo en EEUU sobre T-MEC
WASHINGTON (AP) — Los demócratas en la Cámara de Representantes llegaron a un acuerdo preliminar con líderes sindicales y con la Casa Blanca sobre la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que ha sido una de las prioridades del gobierno de Donald Trump.
“Estoy escuchando cosas muy buenas, incluso de los sindicatos y otros de que se ve bien. Espero que lo pongan a votación y, si lo ponen a votación, será aprobado”, dijo Trump el lunes. “Escucho que se han logrado muchos avances en las últimas 24 horas, con sindicatos y otros”.
“Estamos cerca. No hemos terminado aún. Está a nuestro alcance”, dijo por su parte la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
El acuerdo tentativo fue revelado por un asesor demócrata que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a hablar de las conversaciones, ya que el acuerdo no es oficial.
En la Ciudad de México, el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard confirmó que los equipos negociadores de los tres países se reunirán el martes “para dar a conocer los avances alcanzados” en torno al acuerdo comercial.
Aún falta finiquitar los detalles, y el representante comercial estadounidense deberá presentar ante el Congreso los proyectos de ley para su implementación. Por ahora no se ha fijado la fecha de la votación.
El nuevo y muy buscado tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (conocido como T-MEC) le daría tanto a Trump como a Pelosi un triunfo legislativo pese a la crisis política en Washington por el proceso para una posible destitución de Trump.
El nuevo pacto comercial reemplazaría al TLCAN, que tiene 25 años de firmado, el cual eliminó casi todos los aranceles y otras barreras comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá. Los críticos _entre ellos Trump, los sindicatos y muchos legisladores demócratas_ llevaban años denunciando que el TLCAN estaba eliminando empleos en Estados Unidos porque las compañías mudaban sus fábricas al sur de la frontera, donde le pagaban menos a los obreros, y enviaban los productos a territorio estadounidense sin pagar aranceles.
Tras semanas de negociaciones _seguidas muy de cerca por importantes aliados sindicales de los demócratas, como la AFL-CIO_ se llegó a un acercamiento. Desde hace tiempo Pelosi es partidaria del libre comercio y respaldó el TLCAN original en 1994. Trump ha acusado a Pelosi de ser incapaz de aprobar el acuerdo porque está demasiado involucrada en su juicio político.
Los demócratas en distritos electoralmente competitivos han estado presionando para que sea aprobado el nuevo acuerdo, en parte para demostrar un logro de la mayoría demócrata en la cámara baja.
Si se ratifica el acuerdo, el Congreso podría quitarle algo de incertidumbre al futuro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y sus dos principales socios comerciales del año pasado: Canadá (el segundo) y México (el tercero), y posiblemente estimularía ligeramente a la economía estadounidense. Los agricultores estadounidenses en particular están ansiosos de asegurarse de que sus exportaciones a Canadá y México sigan sin obstáculos.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau habló por teléfono con Trump el lunes acerca de los avances que se están logrando. La oficina del premier indicó que se mantendrán en contacto “hasta las últimas etapas de las negociaciones”.
El representante comercial estadounidense Robert Lighthizer negoció el año pasado el nuevo acuerdo con Canadá y México. Pero el T-MEC requería un voto del Congreso y la aportación de demócratas como Pelosi y el presidente de la Comisión de Recursos y Arbitrios, Richard Neal, quienes se han sumido en largas e intensas negociaciones sobre cláusulas de su implementación y otros detalles técnicos.
Los líderes y legisladores republicanos han presionado durante meses para que se apruebe el acuerdo, pero Pelosi ha trabajado arduamente para incluir a los sindicatos. Los demócratas consideran que el pacto es significativamente mejor que el TLCAN, y el aval del presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, podría ser clave para que obtenga un importante apoyo demócrata.
El pacto contiene cláusulas diseñadas para regresar la manufactura a Estados Unidos. Por ejemplo, requiere que, con el tiempo, entre 40% y 45% de los vehículos sean fabricados en países que pagan a sus empleados por lo menos 16 dólares la hora; en otras palabras, en Estados Unidos y Canadá, pero no en México.
El nuevo pacto comercial adquirió impulso después de que México aprobara en abril una reforma laboral requerida por el T-MEC. El objetivo de la reforma es facilitar a los empleados mexicanos la formación de sindicatos independientes, y la negociación de mejor paga y condiciones laborales, reduciendo la diferencia con Estados Unidos.
México ratificó el T-MEC en junio y, meses después, destinó más fondos para ofrecer los recursos necesarios para ejecutar el acuerdo.