Asociación de laboratorio con ICE genera fricciones
FAIRFAX, Virginia, EE.UU. (AP) — La manija de un vestidor fue lo que les llamó la atención.
Los investigadores se pasaron horas revisando imágenes de niños cambiándose en lo que parecía un vestuario de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ). Buscaban pistas que los ayudasen a identificar el lugar y, en última instancia, las víctimas y las personas que las explotaban.
Notaron que la manija del vestidor tenía un gancho de plástico inusual. Enviaron fotos a fabricantes de cerraduras y uno de ellos la reconoció. Dijo que las habían instalado en centros de la ACJ. Volvieron a estudiar las fotos y determinaron que habían sido tomadas en uno de Sandusky, Ohio. Posteriormente identificaron un sospechoso, un ex instructor de los Boy Scouts.
No eran detectives de la policía local ni agentes del FBI. Los investigadores pertenecían a un organismo que es el símbolo de las políticas de Donald Trump sobre inmigración que causan grandes divisiones en el país: el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, conocido como ICE, sus siglas en inglés. La división de Investigaciones sobre Seguridad Nacional (ISN), que investiga crímenes, tiene un laboratorio de Investigaciones de la Explotación de Menores en el que los agentes analizan fotos y videos de niños que son víctimas de abusos sexuales.
Buscan pistas inusuales que los ayuden a identificar a los menores y capturar a los abusadores. Resolvieron un caso por el trino persistente de un pájaro. Otro a partir de los juegos que había en un parque infantil.
“Buscamos los detalles que nadie ve”, explicó el agente especial Erin Burke, jefe de la unidad.
Su trabajo hizo posible la detención de miles de personas involucradas en la explotación de menores. Pero el hecho de que sean parte del ICE conlleva algunos problemas. Por de pronto, su presupuesto mermó porque el ICE destina la mayor parte de sus fondos a la deportación de inmigrantes sin permiso de residencia o que cometieron delitos. Y su asociación con el ICE genera fricciones.
Algunas municipalidades y departamentos de policía se niegan a colaborar con el ICE en casos relacionados con inmigrantes y, por ejemplo, no los alertan cuando detienen a una persona sospechosa de haber cruzado la frontera ilegalmente. A veces esto afecta el trabajo de la ISN. El solo hecho de que su dirección de correo electrónico diga al final “ice.dhs.gov” puede causar problemas.
“El 99% de lo que hacemos no tiene nada que ver con la inmigración”, dijo Burke. “Pero a la gente le cuesta entender eso”.
El involucramiento del ICE con las investigaciones de pornografía infantil data de la época en que muchas imágenes impresas cruzaban la frontera. Ahora todo se hace por la internet.
El laboratorio fue creado en el 2011 para buscar pistas en las imágenes. Tiene tres analistas y un agente especial. Trabajan en una pequeña oficina sin ventanas de un edificio de los suburbios de Virginia, en las afueras de Washington. Un cartel en la puerta con letras rojas dice: “Examinación de material gráfico en progreso”.
Adentro, las nuevas tecnologías refuerzan los viejos métodos. Se apagan las luces fosforescentes de la oficina y se enciente una luz azul especial. Junto a viejos bosquejos de rostros hay enormes computadoras con pantallas de alta definición.
La policía les hace llegar casos que no ha podido resolver. La identificación de los menores les puede tomar dos días, dos semanas o dos años.
En un caso, un analista examinó imágenes de una niña de unos cuatro años, tomadas de atrás. Estaba trepando una roca, con su cabello rubio recogido con una colita. El analista le envió una foto de la roca y sus alrededores, sin la niña, a un experto en horticultura del Museo Smithsoniano de Historia Natural, quien dijo que el paisaje era del sur de Estados Unidos.
Acto seguido el analista observó los juegos del parque y les envió fotos a expertos en ese tema, quienes dijeron que los juegos habían sido instalados en un parque de un barrio de Houston.
Agentes de Texas fueron de puerta en puerta preguntando si alguien había visto a la pequeña hasta que finalmente dieron con un sospechoso.
El padre de la muchacha se declaró culpable en junio y fue condenado a 35 años de cárcel por explotación de menores.
En otro caso, los analistas escucharon el trino de pájaros en un video de un menor abusado. Aislaron el sonido y lo enviaron a un ornitólogo, que identificó al pájaro e informó acerca de sus patrones migratorios. Esto permitió identificar tres sospechosos, uno de los cuales ya se declaró culpable en noviembre. Se espera que sean condenados a un mínimo de 15 años de prisión.
En el caso del vestuario, un individuo de 39 años se declaró culpable en noviembre de explotación sexual de un menor y será sentenciado en enero.
“Los pillos son cada vez más inteligentes”, dijo Burke. “Pero tenemos las herramientas, los conocimientos y personal muy dedicado”.
El laboratorio es un componente pequeño del ISN, que tiene 7.000 agentes encargados de hacer cumplir las leyes laborales, investigar el tráfico humano, la explotación de menores y delitos financieros y de drogas.
En el año fiscal que terminó el 30 de septiembre, el ISN investigó 4.224 casos de explotación de menores, en los que detuvo a 3.771 personas.
El presupuesto del ISN bajó los dos últimos años, mientras que el del ICE subió. El del año fiscal de 2021 será de 1.700 millones de dólares, comparado con el de 2.100 millones del 2018. Mientras tanto, el presupuesto del ICE para combatir la inmigración ilegal subió de 4.000 millones a 5.100 millones en este año fiscal.