Bale vuelve al Real Madrid tras reírse de su club
BARCELONA (AP) — Gareth Bale fijó sus prioridades. Ahora es el turno del Real Madrid.
Primero manda Gales, su país natal. Lo segundo es el golf, su pasatiempo favorito. Y tercero queda el Madrid.
Quizás para Bale fue sólo una broma, pero los hinchas del Madrid reaccionaron enfadados y perplejos. La siguiente pregunta es cuánto tiempo el Madrid considerará al extremo como una prioridad.
Bale hizo su broma durante otra aportación decisiva para que Gales se clasificase a las eliminatorias de la Eurocopa 2020. Posó sonriente con una bandera que tenía escrita una leyenda provocadora. Para Bale, Gales era la prioridad número 1 y el golf era la número 2.
La tercera es su trabajo: jugar fútbol profesional a cambio de millones de euros para uno de los clubes más glamorosos y exitosos del mundo, el Madrid.
Bale afronta el sábado su primer partido con el Madrid desde que se burló públicamente de su club al celebrar la clasificación de Gales para la Euro con el mensaje que decía "Gales. Golf. Madrid. En esa orden".
La bandera fue una respuesta directa a las críticas que le hizo Predrag Mijatovic, un exjugador del Madrid que dijo que Bale ha puesto a Gales y al golf por delante del Madrid. En lugar de hacer caso omiso el comentario del experto, Bale pareció aceptarlo con justo y bromeó con el mismo.
Bale ha dejado claras sus prioridades en Cardiff: ahora le tocará al Madrid.
Esto ha hecho que muchos en España se pregunten cuántas oportunidades más tendrá Bale de contribuir al tercer compromiso más importante de su vida.
Bale jugó en los dos partidos de las eliminatorias de Gales la semana pasada, dando una asistencia en la victoria 2-0 ante Hungría, en un partido de vida o muerte el martes en Cardiff. A esto le siguió su peculiar celebración a expensas del Madrid.
Antes de jugar con su selección nacional, Bale se perdió seis partidos seguidos con el merengue. El club español dijo que no estaba disponible debido a una rebelde lesión en la pantorrilla.
Si Bale no está en el equipo de Zinedine Zidane no es tomado en cuenta para el partido del sábado contra la Real Sociedad, el argumento de una presunta lesión será difícil de sostener. Y, si juega, Bale no podrá esperar una recepción amigable del público del Santiago Bernabéu.
Las reacciones a la bandera de Bale pasaron desde la ira hasta el puro desconcierto de por qué un jugador se burlaría del club que la paga un salario anual de 15 millones de euros (16,6 millones de dólares).
Sean cuales sean sus razones, el episodio seguramente ensanchará la brecha que le separa de Zidane, quien el verano pasado dijo que el Madrid estaba cerca de vender a Bale y que su salida sería lo mejor para todos. La operación nunca se materializó y Bale se quedó en la capital española, pero sólo para contribuir erráticamente.
Incluso su práctica del golf le ha causado problemas a Bale, propenso a las lesiones. Al menos dos veces se ha lesionado después de haber jugado al golf, y los aficionados del Madrid y los medios de comunicación deportivos a menudo los relacionan.
Muchos aficionados merengues están hartos de Bale y probablemente estarán más entusiasmados de ver a Martin Odegaard, el volante de la Real Sociedad que se destaca en el club vasco tras haber sido cedido en préstamo por el Madrid.
El Madrid pagó 100 millones de euros (entonces un monto récord) por Bale para llevárselo de Tottenham en 2013. Ha marcado algunos goles espectaculares en finales de la Liga de Campeones y la Copa del Rey, pero las lesiones y largos pasajes de nivel intrascendente lo han convertido en un jugador poco fiable.
La contratación de José Mourinho por parte de Tottenham también ha despertado conjeturas de que el exclub de Bale podría estar dispuesto a contratarle en la inminente ventana de fichajes de invierno.
En 2017, mientras entrenaba al Manchester United, Mourinho dijo que si el Madrid no quería a Bale, "lo estaría esperando en el otro lado y luchando con los otros entrenadores que quisieran tenerlo en su equipo".