Kyle Busch se corona por 2da vez en la NASCAR
HOMESTEAD, Florida, EE.UU. (AP) — Kyle Busch se convirtió en el inesperado y más reciente campeón de la NASCAR, tras conquistar la carrera del domingo, gracias a que dos compañeros de la escudería Joe Gibbs Racing erraron en su estrategia para parar en pits.
Busch triunfó en Homestead-Miami, con lo que cortó una racha de 21 carreras sin triunfo. Se impuso a sus compañeros Denny Hamlin y Martin Truex Jr., así como al rival Kevin Harvick, en la disputa por la Copa.
Había sido ya monarca de las NASCAR en 2015, y ahora se ha unido a Jimmie Johnson, siete veces campeón, como los únicos pilotos en activo que ostentan más de un título.
“Un viejo bicampeón ahí”, dijo por radio Adam Stevens, el jefe de la escudería. “Estoy orgulloso de ti, amigo”.
Busch, de 34 años, pareció sorprendido por la victoria y tuvo una reacción más bien fría al comienzo. Simplemente agradeció a su equipo.
Es el 16to piloto en la historia de la NASCAR que obtiene más de un cetro, y uno entre apenas cinco que se ha coronado en la Cup Series y en la Xfinity Series, equivalente a la segunda categoría.
“Fue un trabajo asombroso, chicos”, dijo Busch a sus mecánicos, quienes treparon por un muro de los pits y le entregaron la bandera del campeonato para que comenzara su celebración.
Luego, se encontró con su hijo Brexton, de 4 años, quien de inmediato le hizo una pregunta sobre cómo planeaba festejar.
“Papi, ¿me vas a lanzar por los aires otra vez?”, dijo el menor.
El año pasado, Busch se quedó cerca del título, en parte por un error de su equipo en los fosos.
Esta vez, fueron Truex y Hamlin los afectados por esas pifias. Truex dominó el comienzo de la carrera, pero se rezagó una vuelta luego que sus mecánicos colocaron neumáticos en el lado equivocado de su Toyota.
Hamlin quedó sin posibilidades cuando un mecánico colocó un gran trozo de cinta en la parte delantera del vehículo. Ello provocó que el motor se sobrecalentara y que el piloto debiera parar de nuevo.