Reabren la Plaza de San Marcos, pero la marea sigue alta
VENECIA (AP) — Turistas y residentes pudieron regresar el sábado a la Plaza de San Marcos en Venecia, pero la marea seguía alta en el centro histórico de la ciudad de los canales. Venecia fue clausurada un día a raíz de la marea excepcionalmente alta, que provocó desastres.
A pesar del cielo soleado el sábado, en la ciudad reinaba la intranquilidad ante el temor a nuevas marejadas provocadas por el viento. Las inundaciones del martes fueron las más graves del último medio siglo.
Avanzada la mañana, volvía a elevarse el nivel del agua en la Plaza San Marcos y se pronosticaba algo peor para el domingo. El pico de marea el sábado a mediodía fue de 1,1 metros (3 pies, 7 pulgadas) sobre el nivel del mar, dejando la Plaza San Marcos inundada con más de 20 centímetros (8 pulgadas) de gua.
El sábado, los turistas paseaban por la Plaza San Marcos sobre pasadizos elevados. Muchos se tomaron fotos en el agua poca profunda frente a la plaza para documentar su presencia durante esta temporada de mareas excepcionales.
Los museos otra vez se llenaron de turistas y las góndolas de la ciudad volvieron a ofrecer servicio. Sin embargo, se espera que los museos cierren el domingo ante la amenaza de la marea alta.
El martes por la noche el nivel del agua alcanzó 1,87 metros (6 pies, 1 pulgada), el más alto desde 1966. El pronóstico para el domingo era que la marea alta alcanzara los 1,6 metros (5,2 pies) sobre el nivel del mar.
Luigi Brugnaro, el alcalde de la ciudad, estimó que los daños por la inundación podrían alcanzar al menos 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares). Agregó que el conteo de casas, negocios, tiendas y el valioso patrimonio cultural se haría una vez que se seque la ciudad, según reportó la prensa italiana.
“Una vez más, Venecia es observada por el mundo y necesita demostrar que puede tener éxito y levantarse de nuevo”, dijo el alcalde en una entrevista con los periódicos Gazzettino y Messaggero.
Entre quienes se recuperaban de la marea alta del miércoles estaban Sabrina Laggia y su esposo. Ella secaba joyería de piedra hecha por su esposo, Alfredo, en su taller cerca de la plaza San Marcos. Temía los pronósticos de otra marea alta para el domingo.
“Llevamos aquí 30 años y nunca hemos visto algo así”, dijo. “Mucha ‘acqua alta’, pero nunca así de alta”.