El ayatolá Jamenei apoya la subida de impuestos en Irán
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — El líder supremo de Irán respaldó el domingo la decisión del gobierno de subir los precios de la gasolina y describió como “vándalos” a los airados manifestantes que han prendido fuego a propiedades públicas, apuntando a una posible persecución de las protestas.
El gobierno cortó la conexión a internet en todo el país para sofocar las protestas en unas dos docenas de ciudades y pueblos contra el aumento en un 50% de los precios de combustible fijados por el gobierno, que se aplicó el viernes.
Desde la subida, los manifestantes han abandonado sus autos en autopistas importantes y celebrado marchas masivas en la capital, Teherán, y otros lugares. Algunas protestas se han vuelto violentas, con incendios y disparos.
Se desconocen las cifras de heridos, muertos o detenidos. Videos difundidos de las protestas mostraron a gente gravemente herida.
Las autoridades informaron de al menos dos muertos. Un policía murió en un ataque a una comisaría en Kermanshah el sábado, según dijo el domingo la agencia estatal de noticias IRNA. Antes se había informado de la muerte de otra persona.
“Algunas personas murieron y algunos centros quedaron destruidos”, dijo Jamenei en una comparecencia emitida por la televisora estatal, sin entrar en detalles. Describió a los manifestantes violentos como “vándalos” empujados a la violencia por contrarrevolucionarios y enemigos extranjeros de Irán. Mencionó en concreto a partidarios de la familia del último sha de Irán, derrocado hace 40 años, y a un grupo exiliado llamado Mujahedeen-e-Khalq.
“Prenderle fuego a un banco no es un acto del pueblo. Es lo que hacen los vándalos”, dijo Jamenei.
Sin embargo, recalcó su apoyo a la decisión tomada por el presidente, Hasán Ruhani, un mandatario relativamente moderado, de subir los precios de la gasolina.
Irán sigue estando entre los países del mundo con el combustible más barato. Los nuevos precios subieron a un mínimo de 15.000 riales por litro, un 50% más que el día anterior. Eso equivale a 13 centavos de dólar por litro, o unos 50 centavos por galón. En comparación, un galón (3,8 litros) de gasolina normal en Estados Unidos cuesta 2,60 centavos.
Jamenei ordenó a las fuerzas de seguridad que “se apliquen a sus tareas”, y a los ciudadanos iraníes que se mantuvieran alejados de los manifestantes violentos.
Eso podría apuntar a una campaña de represión en ciernes. Las protestas económicas iniciadas a finales de 2017 y que se extendieron a 2018 fueron recibidas por una dura reacción de la policía y la Basij, una unidad de voluntarios en el cuerpo paramilitar de la Guardia Revolucionaria iraní.
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional ordenó una “restricción de acceso” a internet en todo el país, según dijo la agencia semioficial de noticias ISNA sin entrar en detalles.
El grupo NetBlocks, que monitorea el acceso a internet en todo el mundo, señaló que el corte era “el más grave registrado desde que el presidente Ruhani asumió el poder, y la desconexión más grave documentada por NetBlocks en cualquier país, en cuanto a amplitud y complejidad técnica”.
El Ministerio iraní de Inteligencia dijo que los “responsables clave de los disturbios de los dos últimos días han sido identificados y se están emprendiendo acciones apropiadas”.
Las protestas han redoblado la presión sobre el gobierno iraní, que trata de sobreponerse a las sanciones estadounidenses que estrangulan la economía del país después de que el presidente, Donald Trump, retiró hace algo más de un año de forma unilateral a Estados Unidos del acuerdo nuclear que había firmado Teherán con varias potencias internacionales.
Aunque en su mayoría pacíficas, las últimas marchas derivaron en violencia en varias ocasiones. Videos difundidos en internet parecían mostrar a policías lanzando gas lacrimógeno a manifestantes y turbas que provocaban incendios.
Las protestas suponen un riesgo político para Ruhani antes de las elecciones parlamentarias de febrero y reflejan el descontento generalizado en los 80 millones de habitantes del país, que han visto cómo sus ahorros se desvanecían en un contexto de alto desempleo y colapso de la moneda nacional.
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La periodista de Associated Press Aya Batrawy en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, contribuyó a este despacho.