Twitter detalla su prohibición a propaganda política
La nueva prohibición de Twitter a la propaganda política incluye peticiones de votos, solicitudes para contribuciones de campaña y cualquier tipo de contenido político. Sin embargo, la compañía reconoció el viernes que es previsible que cometa errores, y que individuos y grupos intentarán encontrar recovecos.
Twitter define anuncios con contenido político a cualquiera que mencione un candidato, partido político, funcionario público, referendo, o resultado legislativo o judicial. La prohibición también incluye cualquier anuncio _ incluso los no políticos _ de candidatos, partidos políticos y funcionaros públicos electos o designados.
Sin embargo, Twitter permite anuncios relacionados con causas sociales como cambio climático, control de armas y aborto. Las personas y grupos que publiquen dichos anuncios no podrán focalizarlos al código postal del usuario ni utilizar categorías políticas como “conservador” o “liberal”. En lugar de eso, la focalización debe ser amplia, por ejemplo, según el estado o provincia del usuario.
Las organizaciones noticiosas quedarán exentas para que puedan promover artículos que cubran temas políticos. Aunque Twitter publicó lineamentos sobre lo que considera una organización noticiosa _por ejemplo, no es válido para medios que sólo defienden un tema_, no es claro si es suficiente para evitar que sitios web partidistas promuevan contenido político.
Twitter anunció su prohibición a nivel mundial de los anuncios políticos desde el 30 de octubre, pero no publicó los detalles sino hasta el viernes. La política, que entrará en vigor el próximo viernes, es un evidente contraste con la estrategia de Facebook de permitir dichos anuncios, incluso si contienen información falsa. Facebook dijo que quiere ofrecer a los políticos una “cancha pareja” para comunicarse y no intervenir cuando hablen, sin importar lo que dicen.
La respuesta a la prohibición de Twitter fue fuerte y mixta: los críticos cuestionaron la capacidad de la compañía para implementar nuevas políticas dado su deficiente intento de prohibir el discurso de odio y abuso en su servicio. La compañía reconoce que cometerá errores, pero dijo que es mejor comenzar a atender el tema ahora en lugar de esperar hasta que se solucionen todas las fallas.
Además de las actuales preocupaciones sobre la interferencia extranjera en las elecciones, el tema de la propaganda política se colocó al frente en meses recientes cuando Twitter, junto con Facebook y Google, se negaron a eliminar un video con información errónea de la campaña del presidente Donald Trump en donde ataca al precandidato presidencial Joe Biden.
En respuesta, la senadora demócrata Elizabeth Warren, otra aspirante a la presidencia, publicó su propio anuncio en Facebook contra el director general de la red social, Mark Zuckerberg. El anuncio afirmaba _ algo reconocidamente falso para demostrar un punto _ que Zuckerberg apoyaba a Trump para la reelección.