España: PSOE gana elecciones y la ultraderecha despunta
MADRID (AP) — Casi siete meses después, el Partido Socialista Obrero Español del presidente interino Pedro Sánchez vuelve a ser la fuerza más votada del panorama político español, aunque sin posibilidades claras de formar un gobierno y con un nuevo jugador cada vez más fuerte: la formación de extrema derecha Vox, que ahora es la tercera fuerza política del país.
Con el 99,98% del escrutinio completado, la candidatura de Sánchez llevaba 120 escaños, tres menos que en las elecciones del 28 de abril. En ese momento no logró concretar una coalición de gobierno con su socio natural, la formación antiausteridad Unidas Podemos, liderada por Pablo Iglesias, que ahora tendría 35 escaños, una reducción respecto a los 42 anteriores.
Incluso con el apoyo de sus respectivos aliados tradicionales, ni el PSOE ni el otro gran partido nacional, el Partido Popular de Pablo Casado, sumarían los 176 escaños que otorgan la mayoría absoluta en la cámara baja.
Este resultado supone que el estancamiento entre las fuerzas de izquierda y derecha que domina el país desde hace meses no terminará, y deja entrever que podrían pasar semanas, e incluso meses, hasta que la quinta economía de la Unión Europea proclame un nuevo gobierno en el parlamento.
Son las cuartas elecciones nacionales en igual número de años.
Sánchez, que fue el último de los candidatos en comparecer durante la noche electoral, pidió “generosidad y responsabilidad” a los demás partidos para “desbloquear la situación política en España”.
“Mi empeño es que esta vez, sí o sí, vamos a conseguir un gobierno progresista. A esa convocatoria llamamos a todos los partidos salvo a los que se autoexcluyen de la convivencia y siembran el discurso del odio”, dijo el mandatario mientras los seguidores congregados ante la sede socialista en el centro de Madrid gritaban “Con Casado no, con Iglesias sí”.
En la derecha, la principal agrupación de la oposición, el conservador Partido Popular, se recuperó de la debacle de abril y obtendría 88 representantes.
“España no puede esperar más”, dijo Casado, el candidato conservador a la presidencia, que calificó el resultado de las elecciones de malo para la “gobernabilidad y el futuro” del país. “Vamos a ver qué plantea Pedro Sánchez y después ejerceremos nuestra responsabilidad porque España no puede seguir más tiempo bloqueada”.
Bonnie Field, profesora de estudios globales en la Universidad de Bentley en California, señaló que “la política española es ahora cada vez más complicada, y cualquier fórmula de gobierno va a requerir muchas negociaciones y que la gente esté abierta a las críticas”.
“No se trata sólo de la polarización entre izquierda y derecha, sino que es más importante la polarización provocada por las políticas territoriales y de identidad”, agregó.
El gran vencedor de la noche fue Vox, el partido más a la derecha del arco parlamentario español y que, poco más de medio año después de su entrada en el Congreso de los Diputados, se presenta como la tercera fuerza más votada con 52 escaños, más del doble de los 24 que obtuvo en abril. El partido, que hizo campaña con la promesa de adoptar una estrategia dura tanto frente al movimiento independentista en Cataluña como para contener la inmigración, repitió sus objetivos durante la celebración con sus seguidores.
"No daremos un paso atrás y defenderemos en las cortes todo lo que hemos defendido en este año de campañas electorales”, afirmó el líder de la formación de ultraderecha, Santiago Abascal, en un discurso interrumpido varias veces por los vítores de “Viva España” y “A por ellos” o “España unida, jamás será vencida” de sus seguidores.
“Hoy se ha consolidado una alternativa patriótica y social que demanda unidad nacional y la restauración del orden constitucional en Cataluña”, agregó.
En Europa, líderes populistas de ultraderecha celebraron el sólido resultado de Vox. Marine Le Pen, de la Agrupación Nacional de Francia, felicitó a Abascal señalando que su impresionante trabajo “ya está dando frutos después de sólo unos años”.
En Italia, Matteo Salvini, de la Liga, tuiteó una fotografía con el político español y la frase "¡Felicidades a Vox!", así como banderas de los dos países sobreimpresas. Y en Holanda, el legislador opuesto al islam Geert Wilders publicó también una imagen con Abascal y la palabra “Felicidades”, en español, acompañada de tres iconos con un pulgar hacia arriba.
El tropiezo más notable fue el del partido de centroderecha Ciudadanos, que pasó de ser la tercera fuerza con 57 diputados a la sexta, con apenas 10.
“Hemos tenido un mal resultado en las urnas, sin paliativos y sin excusas”, declaró su candidato, Albert Rivera, en una comparecencia sombría en la que convocó a un congreso extraordinario “para que los militantes decidan y tomen las riendas del futuro de este partido”.
Iglesias, por su parte, lamentó que la repetición de las elecciones sirviese “para que la derecha se refuerce y para que tengamos una extrema derecha de las más poderosas y fuertes de Europa”.
Reiterando su ofrecimiento al PSOE para negociar, la propuesta de Unidas Podemos para garantizar la estabilidad del país es “un gobierno de coalición en el que cada fuerza esté representada exclusivamente en proporción a los votos obtenidos”, agregó Iglesias.
Los comicios se llevan a cabo apenas un mes después de que el Tribunal Supremo dictó penas de prisión para nueve políticos y activistas que lideraron una campaña secesionista en Cataluña en 2017. Las sentencias desataron multitudinarias protestas diarias, en las que hubo más de 500 heridos, casi la mitad de ellos policías, y docenas de detenidos.
La principal formación de la región nororiental en el parlamento nacional volvería a ser Esquerra Republicana (ERC) que, aunque perdió dos escaños, se convertiría en el quinto partido en representación parlamentaria con 13 bancas.
Los otros representantes del movimiento secesionista, Junts Per Catalunya, la formación del expresidente catalán Carles Puigdemont, y la Candidatura de Unión Popular (CUP), que se estrenaba en unas elecciones nacionales, tendrán 8 y 2 representantes, respectivamente.
Entre las facciones menores que podrían tener un papel determinante en la formación del próximo ejecutivo, el conservador Partido Nacionalista Vasco tendrá 7 diputados, uno más que en abril, y EH Bildu, un grupo independentista del País Vasco, cinco, también uno más que en la última votación.
Más País, una escisión de Unidas Podemos que ya anunció su respaldo a Sánchez durante la campaña, debuta en la cámara con tres escaños.
Una de las novedades más sorprendentes será la entrada del movimiento ciudadano ¡Teruel Existe! con un representante. El grupo de electores busca llamar la atención sobre la España que se vacía, el fenómeno que refleja el despoblamiento de las zonas rurales del país.
En una jornada marcada por las bajas temperaturas y las intensas lluvias en el norte del país, la abstención fue de un 30,1%, dos puntos más que en abril.
Además de a los 350 diputados del Congreso, los 37 millones de españoles convocados a las urnas eligieron a 208 senadores. En la cámara alta, con el 88,4% de los votos escrutados, se mantenía el equilibrio de fuerzas de la elección de abril. El PSOE lograba 95 escaños, frente a los 123 de entonces, mientras que el PP tendría 81, desde los 54 anteriores, y ERC mantenía sus 11 senadores.
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Los periodistas de The Associated Press Aritz Parra en Madrid, y Joe Wilson en Barcelona contribuyeron a este despacho.