Descendientes de Moctezuma y Cortés se reúnen en México
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Descendientes del conquistador español Hernán Cortés y del emperador azteca Moctezuma se reunieron el viernes en la Ciudad de México en el marco del 500mo aniversario del primer encuentro entre sus antepasados.
La esperanza era que la reunión, efectuada en una iglesia colonial donde están enterrados los restos de Cortés, fuera mejor que la ocurrida hace 500 años.
Federico Acosta, un mexicano que rastrea su linaje 16 generaciones atrás a la hija de Moctezuma, compartió un fuerte abrazo con el italiano Ascanio Pignatelli.
"Quiero pedirte el perdón por todo el mal que pasó", dijo Pignatelli, descendiente de la hija de Cortés. “Necesitamos dejar el pasado en el pasado... hoy es un día para dejar el pasado y todo el mal que pasó”.
Ante la pregunta de si México necesita una disculpa de España, Acosta respondió que no.
"Al final somos una familia", sostuvo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, sigue pensando lo contrario.
“No dejo de pedir al rey de España y al papa Francisco, con humildad, que pidan perdón por los abusos que se cometieron durante la conquista y la dominación colonial”, afirmó el viernes por la tarde en Yucatán, horas después del simbólico abrazo entre Acosta y Pignatelli.
Acosta está muy seguro de su linaje: hasta la década de 1930, su familia recibió una pensión otorgada por el gobierno a los descendientes de Moctezuma.
Y la familia de Pignatelli había heredado uno de los títulos nobiliario de Cortes, hasta que lo vendió.
Ambos estrecharon sus manos y dijeron que esperaban que el aniversario sirva para unir a la gente y no para dividirla.
Cortés y sus 400 hombres fueron recibidos por Moctezuma en la entrada de Tenochtitlan, el nombre azteca con el que fue fundada la capital.
Moctezuma los acogió atentamente y les ofreció regalos con la esperanza de poder convencerlos de que se fueran.
Lo que no pensó es que sus regalos sólo despertaron su avaricia. Los españoles irrumpieron en el palacio de Moctezuma, primero como invitados, luego como captores.
Los aztecas se cansaron de la pasividad de Moctezuma y expulsaron a Cortés de Tenochtitlan, pero el español se reagrupó y conquistó la ciudad en 1521.
El presidente López Obrador envió en marzo una carta en la que solicitaba una disculpa a España por el periodo de la conquista, durante el cual millones de indígenas murieron a causa de la violencia y las enfermedades.
Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores de España, rechazó en su momento que su país fuera a pedir perdón y aunque el tema parecía haber quedado cerrado, este viernes el mandatario mexicano lo reabrió con vistas al 2021, cuando se celebrará el cinto centenario de la caída de Tenochtitlán.
“No es ninguna ofensa”, dijo López Obrador el viernes. “Al contrario, es que todos nos reconciliemos y que pidamos perdón por lo que se ha cometido de injusticias en otros tiempos para que así, reconciliados, veamos hacia el porvenir, hacia el futuro como hermanos que somos”.
Acosta dijo sentirse orgulloso de la civilización que los aztecas o mexicas construyeron. “Teníamos orden, teníamos honor, teníamos todo”, afirmó. “Si lo logramos recuperar, los mexicanos hemos probado que podemos ser los mejores en todo”.
Incluso la policía presumió de raíces mexicanas al presentar a Dante, el primer perro policía Xoloscuintle, la raza autóctona mexicana de perros con muy poco pelo presente en el acto del viernes.
Pero más allá de nacionalismos, Acosta señaló que los conquistadores deben ser juzgados con los patrones de su tiempo y no bajo los estándares actuales.
“No es que había buenos y malos”, declaró. “Eran las formas en que se hacían las cosas”.