ONU en Bolivia pide diálogo tras muerte de manifestante
LA PAZ (AP) — La misión de las Naciones Unidas en Bolivia llamó el jueves al gobierno y a la oposición a dialogar para recuperar la paz tras la tercera muerte en las manifestaciones desatadas luego de las elecciones presidenciales.
“Naciones Unidas expresa su profunda consternación e indignación ante los altos niveles de violencia registrados el día de ayer que tuvieron como desenlace el fallecimiento de una persona... y exige a la Policía Nacional, al Ministerio Público y al Órgano Judicial que investiguen, procesen y sancionen a la brevedad posible a las personas responsables”, manifestó el Centro de Información de las Naciones Unidas en Bolivia en un comunicado.
A pesar del llamado, las protestas callejeras continuaron el jueves en la noche cuando opositores se enfrentaron a la policía con petardos y piedras en un intento por romper el cerco policial que protege el ingreso a la plaza de armas en La Paz, donde está la casa de gobierno. Los agentes repelieron el ataque con gas lacrimógeno.
Al pedido de la ONU se sumó la Iglesia católica, que través del arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, instó a las partes a “apostar por el diálogo y la concertación para buscar soluciones pacíficas”.
La crisis en Bolivia cobró su tercera víctima la víspera con la muerte de un estudiante opositor en Cochabamba, en el centro del país, donde se registraron violentos enfrentamientos callejeros entre opositores y oficialistas que dejaron además 90 heridos.
La semana pasada otros dos opositores murieron en Santa Cruz en choques similares.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente Evo Morales expresó su “profundo pesar por el fallecimiento del joven Limbert Guzmán, víctima inocente de la violencia promovida por grupos políticos que alientan el odio racial entre hermanos bolivianos. Reitero mi llamado a la paz social para devolverle la tranquilidad a nuestro pueblo”.
Las protestas a favor y en contra de Morales estallaron tras las elecciones del 20 de octubre, de las que el mandatario se declaró ganador en medio de acusaciones de supuesto fraude.
Morales, quien lleva casi 14 años en el poder y busca un cuarto mandato, llegó debilitado a los comicios por escándalos de corrupción, acusaciones de autoritarismo y su empeño en reelegirse pese a un referendo que le negó esa posibilidad.
Por su parte, el vicepresidente Álvaro García pidió que se suspendan las movilizaciones hasta que concluya la auditoría electoral que realiza un equipo de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Después veremos si hubo o no fraude”, dijo en rueda de prensa.
Se espera que el informe esté concluido el lunes o martes de la próxima semana.
El jueves la atención estaba centrada en La Paz, donde el líder cívico opositor Luis Fernando Camacho busca entregar una carta reclamando la renuncia de Morales por presunto fraude electoral.
Camacho explicó que no va a entregar la misiva en la ventanilla donde se recibe la correspondencia para el presidente sino que quiere dársela personalmente, acompañado de los dirigentes cívicos y organizaciones sociales.
“Señor Morales, salga y dé la cara a los bolivianos”, agregó el líder opositor, quien fue recibido el jueves por cientos de cocaleros rebeldes al gobierno que están apoyando a los opositores.
El mandatario anticipó que no dimitirá y acusó a los opositores de confabular para derrocarlo.
En nueve de las 10 mayores ciudades del país las protestas opositoras se dejan sentir con cortes de rutas, barricadas callejeras, marchas y reyertas.