Brasil no sabe cuánto más crudo llegará a sus playas
RÍO DE JANEIRO (AP) — Las autoridades brasileñas dijeron el lunes que no tienen manera de saber que tanto crudo seguirá apareciendo en las playas de la costa del noreste del país, pese a la advertencia del presidente Jair Bolsonaro de que “lo peor está por venir”.
En una entrevista del domingo por la noche, Bolsonaro reiteró la postura oficial de que un buque cisterna griego es el responsable de un derrame petrolero que se ha extendido a lo largo de más de 2.100 kilómetros (1.300 millas) del litoral, pese a que el dueño del buque ha dicho que su embarcación no sufre de filtración alguna.
“Toda la evidencia apunta a este buque de carga griego, toda”, declaró Bolsonaro en entrevista con Record TV. "Todo parece indicar que se trata de algo criminal”.
El gobierno de Brasil ha estado tratando de investigar la causa del derrame que ha afectado a 321 playas en la costa nororiental desde principios de septiembre, perjudicando la pesca y el turismo. Las autoridades lo consideran uno de los peores desastres medioambientales en la historia del país. La densidad del crudo lo hace imperceptible desde el aire, lo cual ha dificultado el rastreo de su origen o calcular cuánto crudo más aparecerá en la costa brasileña.
Unas 4.000 toneladas de crudo han sido recogidas de las playas brasileñas hasta ahora, según un comunicado emitido conjuntamente el domingo por la Marina, la agencia ambiental brasileña y la agencia petrolera nacional.
“Es muy difícil decir qué tanto crudo queda”, dijo el lunes comandante Leonardo Puntel, de la Marina brasileña, en conferencia de prensa. “Dado que el petróleo está debajo de la superficie mar, no sabemos si queda mucho o poco. Prácticamente no hay manera correcta ni precisa de monitorear estos derrames”, dijo, y agregó que han visto una reducción en la cantidad de petróleo que aparece en las playas en los últimos días.
Afirmó que el desastre no tenía precedentes.
“En el mundo no hay otro caso de un derrame de gran escala con un origen completamente desconocido. El caso no tiene precedentes, no sabemos quién nos está contaminando”, dijo Puntel.
Por su parte, el ministro de Defensa, general Fernando Azevedo e Silva, resaltó lo difícil que es calcular la magnitud del derrame.
"No es posible detectarlo por satélite... es imperceptible. No sabemos cuánto petróleo más aparecerá”, dijo.
David Zee, un oceanógrafo de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, dijo que las 4.000 toneladas de petróleo recabadas “son apenas la punta del iceberg", porque la limpieza se concentra en playas arenosas de zonas pobladas, y porque gran parte del petróleo se hundirá en las profundidades del océano.
Más aun, cuando las corrientes llevan el petróleo a las playas arenosas, es relativamente fácil de limpiar, mientras que es casi imposible sacarlo de corales y manglares que forman parte de la zona afectada, estimó Zee.
Fiscales brasileños han dicho que la compañía Delta Tankers Ltd es sospechosa de ser el origen del derrame. La compañía emitió un comunicado afirmando que el personal examinó los sensores y las cámaras de su embarcación y no halló señal de filtración alguna.
"Este material será compartido voluntariamente con las autoridades brasileñas si éstas contactan a la compañía con respecto a esta investigación. Hasta ahora dicho contacto no se ha realizado", expresó el comunicado.
El agente de la policía federal Franco Perazzoni dijo el lunes que la empresa será notificada oficialmente a través de la Interpol.
Fiscales brasileños aseveran que el buque petrolero llamado Bouboulina, de Delta, estaba navegando en aguas brasileñas, llevando petróleo de Venezuela a Malasia, cuando ocurrió el derrame.
En una orden de cateo vista por The Associated Press el viernes, la fiscalía brasileña declara que "no hay indicio de que hubiera otra embarcación” que pudiera haber derramado el petróleo venezolano en el mar.
Las fuerzas armadas de Brasil, junto con agencias ambientales y autoridades petroleras, están encabezando la misión de limpiar y monitorear el derrame, y de investigar sus causas. Varias universidades públicas están investigando el tema, su origen y su impacto. La televisión local ha mostrado imágenes de voluntarios en las playas ayudando en la limpieza, muchas veces sin supervisión oficial.
Una de las preocupaciones especiales es el parque nacional marino Abrolhos, hábitat de los arrecifes de coral más grandes de Brasil. Las autoridades afirmaron el domingo que limpiaron el petróleo del parque y que no han detectado más hasta ahora.
“Una pequeña cantidad de crudo apareció el 2 de noviembre, y el 3 de noviembre sólo había unos cuantos fragmentos, hoy no hay nada”, dijo Puntel el lunes. “¿Aparecerán más fragmentos? Quizás”.