Miles de iraquíes desafían al gobierno con nuevas protestas
BAGDAD (AP) — Decenas de miles de iraquíes se reunieron el viernes en la Plaza Tahrir de Bagdad en una de las manifestaciones más grandes desde que empezaron las protestas contra el gobierno hace un mes, desafiando a las fuerzas de seguridad que han matado a un gran número de personas y criticando enérgicamente la intervención de Irán en asuntos nacionales.
La plaza y los amplios bulevares que llevan hacia ella estaban saturados de manifestantes que ondeaban banderas mientras las fuerzas de seguridad reforzaban barricadas en dos puentes que dirigen a la muy fortificada Zona Verde, donde se encuentran embajadas y oficinas de gobierno.
Los manifestantes exigen un cambio radical en el sistema político establecido tras la invasión dirigida por Estados Unidos de 2003, al que culpan por la corrupción generalizada, la elevada tasa de desempleo y los deficientes servicios públicos.
En el último mes, al menos 255 personas fueron asesinadas en dos grandes oleadas de protestas, incluidas cinco que murieron el viernes por heridas infligidas antes, según funcionarios de seguridad y médicos que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados para informar a la prensa. Por lo menos 350 personas resultaron heridas el viernes cuando las fuerzas de seguridad arrojaron granadas de gas lacrimógeno y balas de goma para que la gente se alejara de los puentes.
Muchos manifestantes dirigieron su rabia hacia Irán, que surgió como una influencia importante tras el derrocamiento de Saddam Hussein y tiene lazos estrechos con poderosos partidos políticos y milicias respaldadas por el Estado que fueron movilizadas para combatir al grupo Estado Islámico, pero que ahora se han convertido en una imponente facción política.
Las protestas de este mes en Irak y manifestaciones similares en Líbano han sido avivadas por las injusticias locales y dirigidas en gran parte hacia la élite política, pero también representan un desafío para Irán, que respalda a ambos gobiernos.
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Krauss reportó desde Beirut.
