Irak: 18 muertos en ataque a manifestantes en Karbala
Pistoleros enmascarados abrieron fuego el martes contra manifestantes en la ciudad sagrada chií de Karbala, matando a 18 personas e hiriendo a cientos, según fuentes de seguridad, en uno de los ataques más mortales desde el inicio de las protestas este mes.
El ataque, que ocurrió antes del amanecer, se produjo cuando los iraquíes empezaban a tomar las calles por quinto día consecutivo para protestar por la corrupción del gobierno, la falta de servicios y otros problemas.
Karbala es un lugar de peregrinaje porque es el lugar donde murió un venerado mártir chií en una batalla en el siglo VII. La violencia allí podría ser un punto de inflexión en las movilizaciones.
En un primer momento no estaba claro quién estaba detrás del ataque, y los manifestantes dijeron desconocer si los hombres enmascarados eran policías antimotines, fuerzas especiales o milicias vinculadas a Irán. Los activistas dijeron que los soldados que se habían desplegado en torno a la zona de protestas se retiraron después de que comenzara el ataque con gas lacrimógeno y munición real.
El gobernador provincial, Nassif al-Khutabi, negó que hubieran muerto manifestantes y dijo que había algunos heridos entre las fuerzas de seguridad.
Al-Khutabi dijo que los videos difundidos en internet eran falsos y no procedían de Karbala. Videos que pretendían mostrar el lugar después del tiroteo mostraban incendios y gente que huía corriendo mientras se oían muchos disparos de fondo.
Las protestas, sin líderes claros y en gran parte espontáneas, fueron recibidas con balas y gas lacrimógeno desde el primer día.
Sin contar las nuevas víctimas en Karbala, al menos 73 manifestantes han muerto desde que se reanudaron las protestas contra el gobierno el viernes. Otros 149 murieron en otra oleada de marchas este mes.
Más de 800 personas resultaron heridas en el ataque del martes en Karbala, según un funcionario.
El ataque ocurrió en la Plaza Educación de Karbala, a unos 2 kilómetros (1,2 millas) del Santuario al Imán Hussein, donde los manifestantes habían levantado carpas para su sentada.
Uno de los manifestantes dijo que estaban coreando lemas cuando llegó una unidad militar. El activista comentó que habían dado flores a los soldados y hablado con ellos de forma cordial. Entonces, los agresores lanzaron gas lacrimógeno a la plaza y empezaron a disparar desde las calles y callejones detrás de los soldados, que se retiraron.
“Vimos hombres enmascarados vestidos todo de negro, y dispararon munición real hacia la plaza”, dijo el manifestante. “La gente caía muerta y herida a mi lado. Intentamos escapar, pero cuando huimos a los callejones nos encontramos (...) con estas fuerzas. Detuvieron a gente y buscaron en sus celulares videos de lo que había ocurrido”.
Otro testigo dijo que había cientos de personas en el campamento cuando alguien empezó a disparar desde un auto en marcha hacia la gente. Entonces llegaron varios hombres enmascarados y vestidos de negro, que abrieron fuego contra los manifestantes, añadió el testigo. Varias tiendas se incendiaron.
Los dos testigos hablaron bajo condición de anonimato por miedo a represalias. Fuentes iraquíes de seguridad confirmaron la cifra de muertos, hablando bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a hablar con la prensa.
Karbala, como Bagdad y otras ciudades en la zona sur de Irak, ha registrado una oleada de manifestaciones contra el gobierno que a menudo han terminado en violencia, con disparos de las fuerzas de seguridad y activistas prendiendo fuego a edificios del gobierno y sedes de milicias respaldadas por Irán.
Las manifestaciones se ven impulsadas por el descontento con la corrupción, el estancamiento económico y los malos servicios públicos.
Pese a su gran riqueza petrolera, Irak sufre un alto desempleo y unas infraestructuras ruinosas, con frecuentes apagones que obligan a muchos a depender de generadores particulares.
Las protestas han crecido y los manifestantes piden ahora cambios generalizados, y no solo la renuncia del gobierno. El primer ministro de Irak, Adel Abdel-Mahdi, ha prometido reestructurar el gobierno y un paquete de reformas, que los manifestantes ya han rechazado.