Agasajados hacen llamado a la igualdad en Oscar honorarios

Agasajados hacen llamado a la igualdad en Oscar honorarios
El actor Wes Studi recibe un Oscar honorario el domingo 27 de octubre del 2019 en el Dolby Ballroom en Los Angeles. (Foto por Chris Pizzello/Invision/AP)

LOS ANGELES (AP) — La desigualdad en la industria del cine protagonizó la ceremonia de entrega de los Premios de los Gobernadores de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, donde el actor cheroqui Wes Studi, la directora italiana Lina Wertmüller y el cineasta David Lynch recibieron el domingo Oscar honorarios.

Las funestas estadísticas— como el hecho de que Studi es el primer actor nativo americano en recibir un Oscar, que sólo cinco mujeres han sido nominadas a mejor dirección y que la desigualdad de género continúa siendo un problema también frente a las cámaras — existían antes de que las estrellas se congregaran en el corazón de Hollywood para la gala no televisada. Pero nada como ver a Jane Campion parada al lado de Greta Gerwig — dos de las directoras postuladas — y contar, de 10 en 10, el número de hombres que han sido nominados en la categoría. Llegó hasta 350.

El presidente de la academia de cine, David Rubin, dijo que no hay una agenda cuando la junta de gobernadores de 54 miembros selecciona a los ganadores del Oscar honorario, pero este año pareció enmendar varios errores y podría incluso dar indicios de un futuro más prometedor.

La actriz Geena Davis, laureada con el Premio Humanitario Jean Hersholt, pidió a los presentes que no hicieran ninguna película sin hacer antes una "revisión de género y diversidad" en el guion.

Mientras celebraba a Studi, su compañero de reparto en "The New World" (“El nuevo mundo”) y "Hostiles" (“Hostiles: violencia americana”) Christian Bale apuntó que los nativos e indígenas han estado infrarrepresentadas a ambos lados de las cámaras pero que "estamos en una sala llena de gente que puede cambiar eso".

De hecho, el público en los Premios de los Gobernadores tiene el poder de hacerlo. Las mesas estaban ocupadas por actores, directores, productores y ejecutivos de primera línea, como Leonardo DiCaprio, Quentin Tarantino, el director de contenido de Netflix Ted Sarandos, el presidente de Sony Pictures Tom Rothman, Jeffrey Katzenberg, Amy Pascal y muchos otros.

El evento, en su 11ª edición anual, se ha convertido en una parada informal y de baja presión para los aspirantes a premios, y este año no fue la excepción, con la presencia de varios de los protagonistas y realizadores de "Once Upon a Time in Hollywood" (“Había una vez en Hollywood”), ''Little Women" (“Mujercitas”), ''Booksmart" (“La noche de las nerds”), ''Dolemite Is My Name" (“Dolemite”), ''Joker" (“Guasón”), ''Marriage Story" (“Historia de un matrimonio”), ''Hustlers" (“Estafadoras de Wall Street”), ''Rocketman", “Dolor y gloria” y "A Beautiful Day in the Neighborhood" (“Un buen día en el vecindario”).

Hasta Jamie Foxx, quien inauguró la ceremonia, mencionó el número de grandes estrellas en las películas más prominentes del año e invitó a Tom Hanks y DiCaprio a ponerse de pie para hacer notar su presencia. Hanks hizo un pequeño baile, mientras que DiCaprio se levantó y saludó con la mano. Foxx incluso hizo que Eddie Murphy subiera al escenario antes de admitir que no tenía nada planeado más allá de eso; simplemente quería felicitarlo por "Dolemite".

"Si realmente disfrutan del cine, este año es un año especial", dijo Foxx. "Nada contra los debutantes... pero cuando uno ve a sus héroes haciendo un trabajo tan maravilloso se siente increíble".

Y tal cual, muchos prefirieron saludar a sus colegas en lugar de sentarse a cenar antes de que comenzara la presentación de premios. Gerwig fue vista hablando con Pedro Almodóvar, mientras que el director de "Rocketman" Dexter Fletcher se acercó a saludar a Robert Pattinson y Saoirse Ronan fue a darle un abrazo a Laura Dern, su madre en "Little Women".

Pero todos los ojos se volcaron al escenario para el evento principal, donde abundaron las ovaciones de pie y, en el caso de Lynch, a veces fueron más largas que los discursos.

Dern, Isabella Rossellini y Kyle MacLachlan hablaron emotivamente de su adorado director, que según MacLachlan puede hacer un sándwich con el mismo entusiasmo que una nueva película.

Pero el realizador de 73 años de "Blue Velvet" (“Terciopelo azul”) y "Mulholland Drive" (“Sueños, misterios y secretos”) mantuvo breve su discurso, agradeciéndoles a los miembros de la academia por el honor "y a toda la gente que me ayudó a lo largo del camino".

"Tienen un rostro muy interesante", dijo Lynch antes de cerrar con un simple "buenas noches".

Otros homenajeados pasaron más de tiempo en el podio con sus Oscar. Studi, por ejemplo, no iba a acortar su momento histórico.

"Ya era hora", dijo el actor de 71 años. "Estoy orgulloso de estar aquí esta noche como el primer indígena nativo americano que recibe un Premio de la Academia".

DiCaprio se paró dos veces a aplaudirlo y hasta sacó su celular para filmar a Studi sosteniendo su premio con orgullo.

Sólo un puñado personas indígenas han sido nominadas al Premio de la Academia. En 1982, el músico de Cree Buffy Sainte-Marie, nacido en Canadá, ganó un Oscar como coautor de la canción galardonada "Up Where We Belong". A principios de este año la mexicana Yalitza Aparicio, de origen indígena, compitió por el premio a la mejor actriz por “Roma” de Alfonso Cuarón.

Q'orianka Kilcher, quien apareció junto a Studi en "The New World", dijo que el actor "revolucionó cómo los pueblos indígenas son representados en la gran pantalla, mostrándonos todo lo que es posible".

Wertmüller, otra pionera del cine por ser la primera directora nominada _ por "Pasqualino Settebellezze" (“Siete bellezas”) en 1977 _ fue elogiada por figuras como Tarantino y Scorsese, además de otras tres de las cineastas postuladas: Campion, Gerwig y Sofia Coppola.

"Me devoraba sus películas", dijo Gerwig de Wertmüller. "Sus películas me convirtieron en una adicta".

Jodie Foster, en un video pregrabado, dijo que ni siquiera se había percatado de que las mujeres podían dirigir hasta que conoció a Wertmüller.

La menuda cineasta de 91 años apenas aclaró el micrófono al subir al escenario para aceptar su Oscar, dándole una palmadita en la cabeza antes de decir, por medio de Rossellini que fungió como traductora, que quería cambiarle el nombre a Anna a la estatuilla.

"La próxima vez, por favor, no sólo el Oscar sino un Oscar femenino", dijo Wertmüller. "Mujeres en la sala, por favor griten, 'queremos a Anna, el Oscar femenino'".

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Lindsey Bahr en Twitter: www.twitter.com/ldbahr

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