Perú: evacuan a 35 personas tras ataque de indígenas
LIMA (AP) — Las fuerzas armadas peruanas evacuaron en helicóptero a 35 habitantes de una remota aldea amazónica luego de que un grupo de indígenas hirieron de un flechazo en la cabeza a un poblador.
La agencia noticiosa estatal Andina dijo que la evacuación se produjo la noche del miércoles desde la comunidad indígena Monte Salvado, en la profundidad del bosque amazónico de la región Madre de Dios. El herido Segundo Piño, de 23 años, fue trasladado al hospital regional y se encuentra estable, informó la radio católica noticiosa Madre de Dios.
Héctor Sueyo, un sociólogo que acompañó a los militares y médicos que participaron de la evacuación, dijo a la prensa local que el ataque se produjo supuestamente luego de “un pedido de productos agrícolas” de los alrededor de 150 indígenas aislados de la etnia Mashco Piro quienes desde el otro lado de un río reclamaban alimentos a la comunidad.
Los pobladores indicaron que entregaron plátanos a los Mashco Piro y que los colocaron en una canoa. Fue allí cuando Piño recibió un flechazo en el cuero cabelludo.
En 2018 un grupo de indígenas Mashco Piro atacó a un anciano que murió por las heridas en la espalda, pecho y abdomen de tres flechas de bambú.
En noviembre de 2016, cerca de otra comunidad llamada Santa Rosa de Serjali, ocurrió un enfrentamiento entre pobladores e indígenas que dejó al menos un Mashco Piro muerto de un tiro de escopeta.
Desde 2011 se han producido contactos esporádicos entre comunidades nativas y grupos de indígenas aislados. Los expertos del gobierno no han establecido una razón específica para explicar por qué los segundos, que son nómades, están saliendo de sus zonas habituales.
Las leyes peruanas prohíben el contacto físico con unas 15 tribus aisladas del país, que se calcula tienen entre 12.000 y 15.000 integrantes en la Amazonía. El argumento principal del Estado es la seguridad de los indígenas: afirman que sus sistemas inmunológicos son muy vulnerables a los gérmenes que portan otras personas.
Los expertos coinciden en que los Mashco Piro, unos 750 actualmente según cifras oficiales, optaron por vivir en aislamiento desde el siglo XIX como una manera de huir de los extraños que los esclavizaban para obtener caucho y madera.