Marihuana con fines médicos: Dilema de universidades de EEUU
HARTFORD, Connecticut, EE.UU. (AP) — Las universidades están sintiendo en carne propia las consecuencias del conflicto entre las leyes federales y las estatales sobre el consumo de marihuana con fines médicos: Muchos estudiantes que han sido expulsados o disciplinados están cuestionando viejas políticas de los campus y demandando a las casas de estudio.
Esto ocurre en estados donde el consumo de marihuana con fines medicinales es legal. A nivel federal, sin embargo, la marihuana sigue siendo ilegal y las autoridades educativas dicen que se expondrían a perder fondos federales si desestiman las leyes federales que dicen que la marihuana es una sustancia ilegal sin propiedades medicinales.
Sheida Assar dijo que fue expulsada del GateWay Community College de Phoenix el mes pasado por violar las políticas de la universidad hacia las drogas. Se le detectó marihuana, que usa para combatir dolores crónicos derivados del síndrome de ovarios poliquísticos.
“Me sacaron de la clase”, dice Assar, quien tiene 32 años y es de Chandler, Arizona. “Me escoltaron hasta las oficinas de personal... como si fuese una delincuente. Eso es discriminación y viola mis derechos contemplados en las leyes de Arizona para el uso de marihuana con fines médicos”.
Las demandas las radican estudiantes que estudian enfermería u otras especialidades relacionadas con la medicina y que deben someterse a controles de consumo de drogas, según estipulan las reglas de la universidad.
Assar y otros estudiantes dicen que empleados de la universidad que los asisten con sus problemas de salud les dijeron que podían consumir la marihuana con fines médicos, pero fueron disciplinados por personal de mayor jerarquía.
Assar afirmó que piensa demandar a GateWar para recuperar los 2.000 dólares que pagó por la matrícula y otros gastos, y también buscar una compensación por daños. Indicó que su abogado ya se puso en contacto con la casa de estudios.
Una portavoz de GateWay, Christine Lambrakis, dijo que no podía confirmar el status de Assar en la universidad y que el centro educativo sigue prohibiendo el consumo de marihuana con fines médicos.
Treinta y tres estados y Washington permiten el consumo de marihuana con fines médicos y 11 estados y Washington autorizan también el consumo recreativo de marihuana, pero las leyes federales siguen considerando ilegal su consumo.
Los resultados de las demandas son mixtos.
La estudiante de enfermería de Connecticut Kathryn Magner demandó a la Sacred Heart University el mes pasado luego de que se le detectó marihuana. Dijo que la consumía para tratar una condición no revelada. Un juez dictaminó que Magner, de 22 años, de Marlborough, Massachusetts, debía ser readmitida.
Antes de que se llegase a un acuerdo, ella dejó de consumir marihuana, aprobó un control de drogas y fue autorizada a consumir marihuana con fines médicos por la Oficina de Estudiantes de la casa de estudios de Fairfield, en un esfuerzo por salvar su carrera de enfermería, según dice la demanda.
“Las universidades a menudo no escuchan a sus oficinas de servicios para incapacitados”, expresó Michael Thad Allen, abogado de Manger. “Estos temas van a ser más comunes si empleadores y casas de estudio no respetan las leyes” estatales.
En la Florida, Kaitlin McKeon, de Naples, está demandando a la Nova Southestern University por expulsarla del programa de enfermería de su sede en Fort Myers el año pasado tras detectársele marihuana. Tiene una constancia médica del estado que le permite consumir la droga para tratar varias condiciones.
MCKeon aseguró que empleados de la universidad le dijeron que no tendría problemas si consumía marihuana con fines médicos, algo contemplado en las leyes estatales.
Pero al detectársele la droga en enero del 2018, funcionarios de alto rango de la universidad la expulsaron, diciendo que había violado la política de la casa de estudios hacia las drogas, de acuerdo con documentos.
Empleados de la universidad dijeron que no pueden hablar del tema mientras se procesa el caso.
Las demandas pueden sentar precedentes sobre el uso de marihuana con fines médicos en las universidades.
Mientras tanto, dicen activistas, las universidades pueden aligerar los castigos para que los estudiantes no se expongan a ser expulsados o suspendidos por consumir marihuana con fines médicos legalmente.