Cousins va ante los Redskins... y está agradecido con ellos
MINNEAPOLIS (AP) — Los entrenadores y jugadores que han salido de los Redskins de Washington no siempre han hablado bien del tiempo que pasaron con una franquicia que ha experimentado una buena dosis de disfuncionalidad durante las últimas dos décadas.
Era predecible que Kirk Cousins se uniera a ese coro de críticos, una cacofonía amplificada por Kyle Shanahan hace apenas una semana. Después de todo, el desinterés del equipo en darle un contrato a mayor plazo y con un nivel de sueldo a la altura del mercado dejó a Cousins en la inusual posición de ser un quarterback titular con un acuerdo de un año por dos campañas seguidas antes de convertirse en agente libre y firmar con los Vikings de Minnesota en 2018.
Sin embargo, ése no es su estilo, ni es su historia.
“Honestamente para mí, cuando pienso en mi tiempo en Washington, sólo pienso en la palabra gratitud. Estoy muy agradecido de que ellos me hayan elegido en el draft”, afirmó Cousins.
El jugador, escogido en la cuarta ronda del draft de 2012 cuando militaba en Michigan State, finalmente se convirtió en titular en su cuarto año, después de que Robert Griffin III, segunda selección en el reclutamiento, no estuvo a la altura de las expectativas.
“Me eligieron cuando nadie más lo hizo. Estuve dos días y medio sentado aguardando una llamada telefónica”, afirmó Cousins. “Recibí una oportunidad de ser titular cuando no había mucha gente afuera de ese edificio que pensara que yo debería serlo”.
Cousins enfrentará a su equipo anterior por primera vez este jueves por la noche, cuando los ascendentes Vikings (5-2) reciban a los Redskins (1-6), que se encuentran en serios problemas. Curiosamente, el jugador a quien Cousins reemplazó, Case Keenum, desempeña ahora el empleo que él tenía.
Después de un año en Denver, Keenum fue canjeado a Washington. Visitará el estadio U.S. Bank por primera vez desde el pase del “Milagro de Minneapolis” que le envió a Stefon Diggs para el touchdown ganador en la última jugada del partido de la ronda divisional de Minnesota frente a Nueva Orleans tras la temporada de 2017. Fue el mejor envío de su carrera, en la que había sido principalmente quarterback de respaldo.
“No hay tiempo suficiente para ponerse a recordar viejas historias”, dijo Keenum. “Es una época especial, una jugada especial, un grupo especial de tipos, algo que recordaré siempre, pero no necesariamente esta semana”.
Naturalmente, al igual que su sucesor en el uniforme púrpura, la relevancia de jugar frente a su antiguo equipo fue en gran medida algo que ni pasó por la mente de Keenum. Incluso si realmente hubiera algo de encono persistente que azuzara una motivación adicional, ninguno de los dos lo admitiría.
“He jugado el tiempo suficiente hasta llegar al punto en el que siento que, si sigo como voy, podría jugar contra mi antiguo equipo cada semana”, afirmó Keenum. “Las cosas ya están teniendo sentido, así que para mí es sólo un partido normal”.