NBA busca abordar la creciente mala conducta de aficionados
Cerca de una docena de jugadores de la NBA participaron en una conferencia telefónica con funcionarios de la liga a mediados de año para externar su preocupación sobre lo que creen es uno de los problemas más serios con los que lidia el básquetbol en la actualidad.
La conducta de los aficionados, afirmaron, es cada vez peor.
Las cifras les dan la razón, y como si eso no fuera suficiente problema, las cuestiones raciales agregan complejidad al asunto: La gran mayoría de los jugadores de la NBA son de raza negra, y parece que aquellos aficionados que ocupan las localidades más cercanas a ellos son blancos. Si bien no todos los roces han tenido motivos raciales, algunos de ellos claramente sí.
Después de incidentes notables en los que se vieron involucrados Russell Westbrook, DeMarcus Cousins, Kyle Lowry y otros jugadores la temporada pasada _incluyendo unos en que hubo insultos racistas_, la tolerancia cero ante manifestaciones ofensivas o de odio racial están a punto de convertirse en una política de la NBA de ahora en adelante. La liga está modificando y endureciendo sus códigos de conducta para los aficionados, y especialmente advierte a quienes están más cerca de los jugadores y la cancha que cualquier cosa que represente extralimitarse será causa de expulsión o incluso de una sanción más severa.
“Hemos agregado toda expresión sexista o contra grupos LGBTQ, toda expresión que trate de denigrar de esa manera, cualquier cosa que no esté relacionada con el básquetbol”, detalló Jerome Pickett, el vicepresidente ejecutivo y director de seguridad de la NBA. "Así que comentarios sobre 'tu madre', el mencionar a la familia, sobre resultados académicos, cualquier cosa sin relación con el básquetbol, también lo hemos agregado como algo por lo que iremos a retirar a un aficionado de su lugar e investigaremos lo que sucedió".
Westbrook y Cousins fueron objeto de insultos racistas en Salt Lake City y Boston, y los aficionados involucrados en tales incidentes han sido expulsados por el Jazz y los Celtics. Lowry recibió un empujón de parte de un socio minoritario del grupo dueño de los Warriors de Golden State, y quien ocupaba un lugar a nivel cancha durante la final de la NBA, y la liga suspendió a esa persona de toda actividad del equipo por un año.
Hubo más. Esos solo fueron los que destacaron. La NBA no ha ofrecido cifras exactas _y se cree que el total es muy bajo_, pero Pickett dijo que las expulsiones de aficionados registradas la temporada pasada en la zona justo frente a la cancha fueron más del doble que la cantidad cifras de un año antes.
Westbrook se negó a narrar lo ocurrido en el incidente y a través de un funcionario de los Rockets señaló que prefiere no abordar el tema. No obstante, el sindicato de jugadores insistió en que el problema ha ido empeorando.
“La temporada pasada empecé a percibir en los juegos a los que acudí que se daba una cierta, la llamaré ausencia de civismo, que permeó los partidos”, aseveró Michele Roberts, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Jugadores de Básquetbol. "Me tocó presenciar insultos hacia los equipos rivales que iban mucho más lejos que un simple 'apestas', el cual cualquiera de nosotros podría tolerar, sino comentarios realmente despreciables dirigidos a los jugadores".
Los Celtics vetaron a un aficionado por dos años tras lanzar insultos racistas a Cousins. Westbrook estuvo inmiscuido en un par de incidentes en Utah que se dieron a conocer la temporada pasada; fue agredido verbalmente por un aficionado durante los playoffs de 2018 playoffs al ser llamado "chico" antes del partido _una palabra de fuerte connotación racial_ , y luego tuvo una acalorada discusión con otro aficionado.
El Jazz vetó de por vida a los dos aficionados, mientras que Westbrook recibió una multa de 25.000 de la NBA por lanzar amenazas al fan con quien discutió la temporada pasada.