México: Ordenan reaprehensión de soldados por masacre
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Un tribunal en México ordenó la reaprehensión de siete soldados acusados de abuso de autoridad por su implicación en una masacre de supuestos delincuentes perpetrada por el ejército en 2014.
La decisión judicial hecha pública el jueves reabre la espinosa cuestión de las ejecuciones a manos del ejército, apenas dos días después de que efectivos militares mataran a 14 supuestos agresores en un enfrentamiento en el estado sureño de Guerrero, sin tener casi bajas.
En la masacre de junio de 2014, los soldados mataron a 22 sospechosos en una bodega de granos en el poblado de Tlatlaya. Si bien algunas de esas personas fallecieron en el tiroteo inicial que sostuvieron con un grupo de militares que patrullaba la zona, una investigación de derechos humanos mostró que cerca de una docena fueron ejecutados luego de haberse rendido.
“La resolución confirma que se cometieron ejecuciones extrajudiciales, tal y como lo han señalado por cinco años las sobrevivientes y los organismos de derechos humanos”, dijo el grupo de derechos humanos Miguel Agustín Pro. “Acredita que las autoridades civiles y militares encubrieron los homicidios”.
Los soldados habían sido absueltos o los cargos habían sido desechados hace años, aunque tres continúan cumpliendo sentencias por violaciones al código militar.
Sin embargo, familiares de dos de las víctimas apelaron el retiro de las acusaciones en el ámbito civil y consiguieron el fallo la semana pasada que se dio a conocer apenas el jueves.
La corte también ordenó que tres de los soldados enfrenten juicio bajo cargos de alteración de evidencia en el lugar de los hechos.
Las investigaciones revelaron que los testigos fueron amenazados y torturados, que los cadáveres fueron movidos, y que se plantaron armas en el sitio de la masacre. Según dictámenes forenses, muchos de los muertos habían sido colocados contra las paredes y baleados mientras subían las manos en un acto instintivo de autoprotección.
Juan Ibarrola, columnista de un periódico y experto en las fuerzas armadas de México, dijo que dada la dificultad de reconstruir los hechos “veo difícil” que los fiscales puedan conseguir las condenas.
“Esto no ha quedado impune”, agregó.
Sin embargo, un tiroteo registrado el martes en el estado sureño de Guerrero que dejó 14 presuntos delincuentes y un cabo del ejército muertos, volvió a poner en duda los saldos de bajas muy favorables al ejército en los enfrentamientos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que un cabo del ejército estaba a cargo de una ametralladora instalada en una patrulla militar que enfrentó a los presuntos delincuentes armados con fusiles de asalto que viajaban en una caravana de vehículos.
“Lo hieren, él es el que al final pierde la vida; y él con la ametralladora, todavía herido, dispara y le quita la vida a los agresores”, afirmó López Obrador.
Las dudas surgieron ante la pregunta de cómo un soldado herido de muerte pudo matar a tantos supuestos delincuentes. El ejército distribuyó fotografías de una camioneta pickup de doble cabina hecha añicos, con cadáveres de los supuestos delincuentes apilados en la caja, en la cabina y en el suelo en las partes trasera y lateral del vehículo. Según fuentes locales en Guerrero, los agresores al parecer pertenecían al grupo delictivo Guerreros Unidos.
La Secretaría de Defensa anunció un avance esta semana cuando dijo que estaba capturando más agresores vivos, a la inversa de la tendencia de hace apenas unos años.
Como sea, en promedio, las bajas en los enfrentamientos son enormemente favorables a las fuerzas federales. Sólo alrededor de un elemento militar o de la policía federal ha muerto por cada 10 agresores en lo que va de 2019, similar a años previos.
Ibarrola, el experto sobre el ejército, dijo que el relato del presidente fue creíble, porque el cabo estaba ubicado con su arma en una parte alta respecto de los agresores, y la ametralladora puede disparar centenares de balas por minuto.
Ibarrola dijo que al parecer con la ametralladora sólo se hicieron unos 50 disparos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos dijo el jueves que decidió emprender una pesquisa y enviar un equipo de expertos a investigar el lugar de la confrontación del martes en el poblado de Tepochica, Guerrero.
López Obrador ha declarado que desea evitar las confrontaciones y asegura con frecuencia que “no se puede combatir la violencia con más violencia”.
Sin embargo, ese pacifismo podría estar desvaneciéndose después de la confrontación del martes y la matanza el lunes de 13 policías estatales en el estado occidental de Michoacán a manos de miembros armados de un cártel.