Inician construcción de aeropuerto de la Ciudad de México
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México inició el jueves un proyecto que complementará al saturado aeropuerto internacional de la capital, logrando finalmente un avance en una alternativa controversial en lugar de otro aeropuerto, igual de controversial, cuya construcción fue suspendida el año pasado cuando ya llevaba una tercera parte de avance.
Excavadoras despejaron el terreno en el sitio de la base aérea de Santa Lucía, al norte de la Ciudad de México, y una retroexcavadora colocaba tierra en la parte trasera de camiones militares mientras eran observadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, otros funcionarios del gobierno y altos mandos de las fuerzas armadas.
En un video pudo apreciarse una representación de las instalaciones que se planean construir, las cuales incluyen convertir a Santa Lucía en un aeropuerto civil y construir dos pistas de aterrizaje adicionales que el mandatario se comprometió a inaugurar a principios del 2022.
El proyecto “tiene que considerarse como una obra de seguridad nacional”, afirmó el presidente en la ceremonia de colocación de la primera piedra, y agregó que habrá “transparencia completa”.
Durante su campaña para la presidencia el año pasado, López Obrador prometió cancelar el aeropuerto que se había planeado en Texcoco, más cerca del centro de la Ciudad de México. Y al ocupar el puesto en diciembre detuvo ese proyecto.
En su lugar, el mandatario defendió lo que calificó el jueves de un “sistema aeroportuario metropolitano”, que incluye la construcción de un nuevo aeropuerto; preservar el actual aeropuerto internacional Benito Juárez en lugar de desmantelarlo como estipulaba el plan de Texcoco, y expandir el aeropuerto de Toluca, al occidente de la capital.
El aeropuerto Benito Juárez, afectado por terminales saturadas y demoras, está rodeado por desarrollos urbanos sin espacio para hacer más pistas de aterrizaje. Con su plan, dijo López Obrador, habrá siete pistas para el área metropolitana: las dos existentes en el actual Benito Juárez, tres en el de Santa Lucía (que se llamará Felipe Ángeles, un general mexicano que colaboró con Pancho Villa y fue ejecutado durante la Revolución Mexicana) y dos en Toluca, comparadas con las seis en el plan de Texcoco.
“Vamos a resolver el problema para el largo plazo”, dijo el mandatario, “para, según los técnicos, 80 años hacia adelante”.
El presidente enfrentó duras críticas de algunos sectores por cancelar Texcoco, cuyos cimientos en cruz parcialmente construidos pueden ser vistos por los pasajeros al despegar y aterrizar desde el Benito Juárez. Y los grupos locales argumentan que Santa Lucía tiene riesgos ambientales y que fue impuesto sin consultar a los indígenas.
“Estamos a tiempo de proteger los derechos, tradiciones, forma de vida... de aquellos pueblos sobre los que se levanta este país”, dijo en un comunicado el jueves José Antonio Lara Duque, presidente del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero.
“De no hacerlo, nos condenamos a destruir nuestra relación con la Madre Tierra y eso es lo que tiene a otros pueblos destruyendo el planeta”, agregó Lara Duque. “No hagamos lo mismo, señor presidente Andrés Manuel López Obrador”.
La ceremonia de primera piedra se llevó a cabo un día después de que un tribunal sobreseyera las últimas 100 apelaciones que habían demorado el inicio del proyecto, algo que el mandatario calificó de “sabotaje legal”.
El partido opositor PRD acusó a López Obrador de someter al poder judicial a su voluntad política, y dijo que la ceremonia del jueves era “un acto populista más” del presidente.
López Obrador ha argumentado que el proyecto de Texcoco, iniciado durante el gobierno de su predecesor Enrique Peña Nieto, era susceptible a la corrupción. También dijo que la opción de Texcoco era inadecuada por su ubicación sobre un lecho de lago propenso a hundimiento.
“Fue la mejor decisión porque éste es un mejor suelo para construir aquí en donde estamos”, dijo López Obrador. “Allá (Texcoco) es un lago, no hay tierra firme. Sólo a 30, 40, 50 metros de la superficie, es un lago, es fango, es una zona de hundimiento permanente”.
Conocido por su estilo de vida personal ascético y por la imposición de medias austeras a agencias gubernamentales siendo presidente, López Obrador también criticó la magnitud del proyecto de Texcoco y dijo que la opción de Santa Lucía ahorraría 6.200 millones de dólares en comparación.
“No podemos hacer obras faraónicas habiendo tantas necesidades en nuestro país”, afirmó.